Bernal Díaz del Castillo

Bernal Díaz del Castillo nació en Medina del Campo de una familia respetable aunque no distinguida. Quedó cautivado por los cuentos de las fortunas que se encontraban  en América del recién descubierta, y en 1514 viajó al Nuevo Mundo con la expedición de Pedrarias, que había sido nombrado gobernador de Castilla del Oro (el istmo de Panamá y el continente adyacente del Sur America). Díaz pronto se desencantó con las perspectivas en esta zona y se trasladó a Cuba. Mientras se establecía allí, participó en dos expediciones que exploraron las costas del Golfo de México en 1517 y 1518, respectivamente.

En 1519 se unió a la expedición organizada por Hernán Cortés para la conquista de México y participó en las campañas que llevaron en 1521 a la caída de Tenochtitlán, la capital azteca. Su situación exacta en la expedición no está clara. Se dió a entender que ejercía cierta autoridad y gozaba de la confianza de Cortés, pero otra evidencia indica que era poco más que un soldado común de infantería.

Después de la conquista de los aztecas, Díaz se instaló en la provincia de Coatzacoalcos, en el sureste de Veracruz, donde le fueron  otorgadas concesiones de tierra y mano de obra nativa. Estas propiedades, sin embargo, le proporcionaron solamente un medio de vida modesto, por lo que en 1540 se trasladó a España para abogar por un  reconocimiento más importante de sus méritos y servicios. Fue recompensado con una poco mejor asignación de tierras y poblaciones indígenas en la provincia de Guatemala. Allí se estableció, probablemente en 1541, y se convirtió en un ciudadano respetado, un funcionario municipal, y el padre de una numerosa prole, legítima e ilegítima. Pero hasta su muerte acerca de 1584, se quejó de la pobreza y lamentó las recompensas discretas que había recibido por sus servicios al Rey.

Posiblemente cuando aún estaba en México, Díaz concibió la idea de grabar sus recuerdos de la conquista, pero no fue hasta principios de los años 1550 que en realidad comenzó a escribir. El proyecto avanzaba lentamente. Luego, en la década de 1560, leyó un libro titulado La Historia de la conquista de México (1552), escrito por Francisco López de Gómara, ex capellán de la familia Cortés. En el informe, Gómara parecía glorificar el papel de Cortés a expensas del soldado común, una interpretación que molestaba a Díaz; lo que  le proporcionó un incentivo para completar su propio relato, que tituló Una Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España. En 1568, alrededor de los 72 años, completó su tarea y, a mediados de la década de 1570 envió una copia del manuscrito a España para su publicación. No se imprimió hasta 1632 y sólo después que el editor, Fray Alonso Remón, hubiera alterado considerablemente el texto. No fue sino hasta 1904-05 que apareció la verdadera edición del manuscrito original que había sobrevivido en Guatemala. preparada por el historiador mexicano Genaro García.

"La verdadera historia" empieza en 1517 y termina en 1568, pero la mayor parte se concentra en los épicos años 1519-1521. Díaz admitió y lamentó su estilo sin pulir, y de hecho era el de  un soldado común. La narrativa es prolija y decreciente; eventos a veces se transponen y observaciones e interpretaciones son a menudo ingenuas. Sin embargo, él poseía una honestidad profunda y una extraordinaria memoria. La mayor parte de sus relatos son correctos. También fue un narrador superlativo con un profundo sentido de compromiso personal y un don  para lo dramático. "La verdadera historia" no es sólo un documento histórico importante, sino también una de las más grandes historias de aventuras de todos los tiempos.