Concepción Arenal

Concepción Arenal

Familia: Madre: María Concepción de Ponte
  Padre: Angel del Arenal

Biografía:

La mujer concocida como Concepción Arenal, ha nacido en El Ferrol, el 31 de enero de 1820. Ella ha quedado huerfana de padre a la edad de ocho años, y ha quedado de la mano de su madre de Concepción y su hermana, con quienes se traslada a Madrid en 1824. Al llegar el año 1842, Concepción se viste de hombre para poder asistir a la Universidad Complutense de Madrid y tomar clases en la Facultad de Derecho, y es allí que además conoce al hombre que luego sería su marido. Al llegar 1848, Concepción Arenal contrae matrimonio con Fernando García Carrasco, hombre capaz de entender y aceptar la actitud combativa de Concepción ante las injusticias de su época. Durante el matrimonio, los esposos se han ganado la vida escribiendo para el periódico "La Iberia", donde Fernando llega a ser editorialista y redactor.

 Al cabo de unos años, Fernando García muere, y Concepción Arenal decide trasladarse a Oviedo y posteriormente a Portes, capital del valle de Liébana. Aquí ella comienza un período en su vida nuevo, en donde se dedica su pluma a la reivindicación de las situaciones marginadas y comienza a escribir para que la leyeran, para que la entendieran, para que sus lectores participaran en sus ideales. Uno de sus aspectos ha sido su consideración de la mujer como ser humano marginado a quien hay que ayudar, estimular y respetar, no en rendiciones galantes, ni en modales encantadores y protectores, sino educándola en la dignidad de su propia condición. Llevando el título de escritora con orgullo, Concepción elige el género y los medios más accesibles a los lectores: el género epistolar y el folletín. Las obras que presentan esta vocación son: La mujer del porvenir,La educación de la mujer, El estado actual de la mujer en España, El trabajo de las mujeres, La mujer de su casa, y El servicio doméstico.

 Fuera de este ambiente, a parte de su actividad de escritora, Concepción Arenal fue activista de sus ideas sustentadas en sus artículos y libros, Concepción conoce el horror de las cárceles de mujeres y hombres, la inmisericordia y miseria de hospicios y manicomios, y hasta en la guerra civil carlista acompaña a las tropas cristianas para atender heridos de ambos bandos y dirige el adecentamiento del hospital de campaña que se monta para atender a tantos hombres moribundos y heridos. Tanta actividad, la convierte en merecedora del nombramiento de visitadora de prisiones de mujeres en 1863 en La Coruña, pero sin embargo ella opta por  renunciar sin justificación aparente en 1865.  Luego, en el año 1868, es nombrada inspectora de casas de corrección de mujeres, cargo que ocupa hasta 1873, mientras también es nombrada secretaria general de la Cruz Roja. Luego al llegar la década de los ochenta su vida comienza a bajar el ritmo, ya que sobrepasados los setenta años, decide cambiar su residencia a Vigo en donde se agravaron sus dolencias. Finalmente, el cuatro de febrero de 1893, Concepción Arenal fallece a la edad de setenta y tres años de catarro bronquial crónico.