Elizabeth Allan nació el
9 de abril de 1908 en Skegness, Lincolnshire,
Inglaterra. Muy amante de participar en todo evento relacionado con el arte, da inicio a su carrera como actriz de teatro durante los años 20, destacando su participación en obras del famoso
Old Vic de Londres.
Muy joven aun, antes de cumplir 20 años contrajo matrimonio con el actor
Robert Montgomery, de esta relación nacieron sus dos hijos quienes en el futuro también se convertirían en actores, Robert Montgomery Jr. y
Elizabeth Montgomery, quien años después se convertiría en la exitosa brujita de la
serie Hechizada.
Pero Elizabeth estaría lista para convertirse en actriz de cine en 1931 cuando participó en el film The Rosary que dirigió Guy Newall.
Contratada por la
Metro Goldwyn Mayer, iba elevando cada vez más su estatus como actriz, apareciendo en importantes producciones como
David Copperfield rodada en 1935, adaptación de la novela de
Charles Dickens, y en Historia de dos ciudades, donde compartió créditos con
Ronald Colman y
Basil Rathbone, este film sería el más recordado de todos los que hizo Allan.
Posteriormente intervino en
La marca del vampiro y estuvo al lado de
Katharine Hepburn en
A Woman Rebels de 1936. También actuó en
Margarita Gautier al lado de
Greta Garbo y
Robert Taylor, y en
Redención, un film de aventuras.
Pero los papeles que debía interpretar Elizabeth iban siendo cada vez de su mayor desagrado, y al ser sustituida en la película
La Ciudadela que se grabó en 1937, la actriz decide iniciar un pleito legal con la Metro que terminó por arruinar su carrera en Hollywood.
Luego de los problemas legales que tuvo, sus apariciones en la gran pantalla iban disminuyendo, así que viaja a Inglaterra para seguir con su carrera y recibir otras propuestas. Definitivamente, sus películas fueron escasas y sólo destacó en una que otra producción como Momentos de peligro, que tenía como personajes estelares a
James Stewart y
Marlene Dietrich. Otra de sus actuaciones fue en
Grip of the Strangler que protagonizó
Boris Karloff y la que sería su última película para la gran pantalla.
Posteriormente, se dedicó a realizar otras actividades de las que también disfrutaba mucho y que la mantuvieron alejada de las cámaras hasta el día de su muerte el
27 de julio de 1990, a la edad de 82 años.