Isaac Singer

No fue sino hasta el siglo XVIII, cuando comenzaron a diseñarse las máquinas de coser mecánicas, y la costura y la industria textil se convertieron en una de las industrias más grandes y básicas en el mundo.

Podría decirse que fue Isaac Singer quien llevó la costura a la era industrial moderna de prendas producidas en serie. Los franceses fueron los primeros en fabricar una máquina de coser para acelerar la producción de uniformes del ejército en 1841. Sin embargo, las innovaciones que Singer hizo en 1851 durante la reparación de una pesada máquina de coser Lerow Blodgett dio lugar a lo que ahora se considera como la primera máquina de coser comercial y doméstica verdaderamente moderna y producida en masa en los Estados Unidos. Esta máquina de coser, la máquina de coser Singer, ha sido conocida en todos los hogares estadounidenses durante generaciones.

Isaac Singer dejó su hogar a los 12 años para trabajar durante los siguientes siete años en una variedad de puestos de trabajo no calificados. Tenía poca educación formal, pero mucha experiencia de la vida real. A los 19 años empezó a trabajar durante unos meses como aprendiz, pero dejó al poco tiempo este trabajo y comenzó un período de 9 años de vagar de un estado a otro. Se ganaba la vida sobre todo gracias a su habilidad y experiencia mecánica. Amante de la música y el teatro, pasó parte de su edad adulta temprana como actor, viajando por todo el país con una compañía teatral conocida como los Merritt Players. Plagado de problemas de dinero, el grupo finalmente se disolvió, dejando a Singer en la miseria.

Oficialmente Singer se convirtió en inventor a los 28 años, mientras trabajaba en Illinois. Obtuvo su primera patente del gobierno en 1839 por una máquina de perforación de roca. Singer, sin embargo, rápidamente gastó el dinero que obtuvo de esa invención; también vendió los derechos de su patente y se quedó sin nada. Diez años más tarde, a los 38 años, patentó una máquina de tallado de madera y metal. Luego obtuvo la financiación para construir una pequeña fábrica para producir este dispositivo. La vida y los negocios mejoraban, pero se produjo la explosión de una caldera en la fábrica que la destruyó. Nuevamente Singer se quedó sin dinero.

En Boston dos años más tarde, mientras trabajaba en un taller mecánico de reparación de máquinas de coser, Singer nuevamente intentó incursionar en la invención. Su patrón le pisió hacer una máquina de coser práctica, fiable y para producir en serie. A las pocas horas dibujó un boceto de un nuevo tipo de máquina de coser, y construyó un prototipo en 11 días.

De inmediato solicitó una patente de esta máquina, la cual recibió el 12 de agosto de 1851. A continuación, organizó lo que se convirtió I. M. Singer and Company y comenzó a fabricar máquinas de coser. A pesar de que tenía un poco de competencia en el mercado, el hecho de que su máquina podía realizar costuras continuas, tuvo una gran demanda casi inmediatamente.

Singer peleó las demandas legales de otros fabricantes de máquinas de coser, pero ya había alcanzado ek éxito. Antes de 1854, a pesar de perder algunos pleitos legales, su empresa había alcanzado y mantenido una posición dominante en la industria. Singer hizo mejoras a su diseño original y adjuntó las mejoras a su patente original, creando lo que se llama un "pool" de patentes, en el que muchas ideas patentadas se reunidas en una especie de patente gigante y complicada, por lo que es difícil de robar.

El gran servicio que Singer hizo para los consumidores, tanto en el hogar como en la industria, fue el desarrolló de la primera máquina de coser doméstica para un uso general. Hizo que sus máquinas estuvieran disponibles para el gran público, creando un programa de pago a plazos para los compradores, posiblemente, el primer programa de financiación en los EE.UU. 

Singer también combatió agresivamente la barrera psicológica a las ventas masivas de máquinas de coser, por la falsa creencia de que las mujeres no podían operar maquinarias complicadas. Realizó muchas presentaciones para demostrar que cualquier persona podría utilizar su máquina de coser con un poco de entrenamiento. 

El desarrollo de las máquinas de coser Singer y su facilidad de uso, contribuyó al crecimiento de la industria de prendas de vestir confeccionadas en los siglos XIX y XX. Por otra parte, Singer también contribuyó al mejoramiento general del empleo de la mujer.
Singer se retiró a los 51 años, siendo ya multimillonario. Vivió un estilo de vida extravagante en la ciudad de Nueva York y en toda Europa, y dejó un patrimonio de $ 13 de millones de dólares a su muerte, el 23 de julio de 1875.