Kenneth Grange

Nació en el año 1929, en Londres.
Estudió en el Willesden School of Arts & Crafts de Londres entre los años 1944 y 1947.

Mientras hacía el servicio militar, se formó como ilustrador técnico en Royal Engineers. Posteriormente trabajó como asistente para varios estudios de arquitectura y diseño antes de fundar su oficina en Londres, en el año 1958.

En 1960 rediseñó una batidora para Kenwood, la cual había sido lanzada por primera vez en los años cincuenta.
Su resultante batidora Chef, remodelada en tan sólo 4 días, se inspiró en antiguo electrodomésticos diseñados por BERD Alfred Müller para Braun.

Grange trabajó como asesor de diseño para Kenwood durante más de 40 años y actualizó con frecuencia este clásico diseño británico.

 En el año 1972, Grange, junto con Theo Crosby, Alan Fletcher, Colin Forbes y Mervyn Kurlansky formó la sociedad de diseño de Pentagram.

Entre sus muchos diseños destacables como integrante de la sociedad Pentagram, se encuentran la cámara Kodak Pocket Instamatic (del año 1975), los bolígrafos Parker 25 (del año 1979), las maquinillas Royale y Protector para Wilkinson Sword (de los años 1979 y 1992 respectivamente) y la plancha de viaje de vapor ST50 para Kenwood (del año 1995).

Grange diseñó el exterior del tren de lata velocidad de British Rail 125 Inercity, paradas de autobús, cubiertas Ashdel para London Transport, y el remodelado clásico taxi negro de Londres para London Taxis Internacional.

Grange ha recibido muchos premios, entre ellos 10 del Design Council y el Premio Especial Duque de Edimburgo en 1963.

Entre 1985 y 1987 fue rector de la Faculty of Royal Designers for Industry y en 1987 fue nombrado presidente de la Chartered Society of Designers.

En 1983 su trabajo fue objeto de una exposición en solitario en la Boilerhouse del Victoria & Albert Museum de Londres.

En 1997 abandonó Pentgram y fundó un estudio de diseño independiente.
Para Grange el diseño es un medio de innovación y cree que debería ser una parte integrante del proceso de fabricación.

Grange combina los aspectos clásicos del diseño británico (honestidad, integridad y ajustabilidad) para crear productos detallistas de alta calidad que encajan con el criterio de ¨buen diseño¨, y ha equilibrado la necesidad funcional y estética.

A lo largo de su carrera, Grange ha mostrado una consistencia extraordinaria, con diseños elegantes y a la vez robustos, lo cual es un reflejo de su habilidad para equilibrar los requisitos funcionales y estéticos.

Una de las cualidades de los muchos trabajos de Grange es que no están basados solo en el estilo del producto.
Sus conceptos de diseño se aproximan a una reconsideración de sus fundamentos, función y uso. Grange ha dicho que su actitud a la hora de diseñar un producto, es que sea un "placer utilizarlo".

La obra de Grange definió con elocuencia el diseño británico en muchos sentidos durante la segunda mitad del siglo XX.