Lautaro

Poco se sabe de los orígenes de Lautaro más allá del hecho de que nació en la Araucanía en el sur de Chile y fue hecho prisionero por los españoles cuando tenía 15 años, convrtiéndose en paje de Pedro de Valdivia, el conquistador de Chile.

Lautaro (a quien los españoles llamaron Alonso) observó cuidadosamente las tácticas y formas de combate de los españoles, destacando sus puntos vulnerables con tan buenos resultados que, cuando los guerreros araucanos se levantaron contra los españoles en 1553, fue capaz de escapar de los españoles y, a pesar de su juventud ganar la aceptación de los indios como su líder.

Reveló rápidamente extraordinarias dotes de inventiva militar y generalato. Neutralizó el uso de la caballería por parte de los españoles -que hasta el momentio les había dado una ventaja abrumadora- mediante la construcción de empalizadas de defensas y fosos ocultos y derribando soldados españoles con ola tras ola de ataques hasta que estuvieran completamente agotados. 

Lautaro demostró ser un maestro de los ataques por sorpresa, las emboscadas, el corte de las comunicaciones, eligiendo siempre el terreno más favorable para llevar al enemigo a la batalla. Después de tomar el fuerte de Tucapel cerca de Concepción, la principal ciudad española de la región fronteriza, los araucanos, bajo su mando, emboscaron y destruyeron la fuerza enviada para retomar la ciudad. El día de Navidad de 1553, el antiguo patrón de Lautaro, Valdivia, fue capturado y ejecutado.

Dos meses después, el sucesor de Valdivia, Francisco de Villagra, fue derrotado por Lautaro en Marigüeñu. Los españoles evacuaron Concepción y comenzó la larga retirada hacia el norte,en dirección a Santiago, capital de la colonia. Los guerreros de Lautaro fueron impedidos de lograr su obetivo debido a la falta de disciplina y el agotamiento causado por el hambre y el tifus.

En 1556 Lautaro reunió una nueva fuerza y emprendió rumbo nuevamente hacia Santiago. A los indios menos belicososo que encuentraban en el camino se les dio la opción de unirse a ellos o morir. Los araucanos habían capturado un gran número de caballos de los españoles y habían aprendido a utilizarlos.

Los españoles, con algunos indios auxiliares leales, al fin tuvieron éxito en hacer retroder a Lautaro sobre el río Maule, a medio camino entre Concepción y Santiago. Pero, volviendo a cruzar ese río, Lautaro avanzó hacia la capital hasta el río Mataquito, donde acampó. Allí los españoles y sus auxiliares atraparon a los araucanos de su guardia. Lautaro y el resto de sus tropas murieron después de una desesperada resistencia. La cabeza del joven caudillo -que estaba a punto de de cumplir 22 años- se mostró triunfalmente en Santiago, y los colonos pudieron regresar a la frontera sur.

El heroísmo de Lautaro se convirtió en leyenda y se celebra principalmente en el famoso poema épico "La Araucana" de Alonso de Ercilla. Cuando los chilenos lucharon por la emancipación de España a principios del siglo XIX, su nombre recobró brillo como símbolo de la voluntad por la independencia nacional.