Biografías y noticias de famosos

Oscar Romero

Oscar Romero

  • (1917 - 1980) Oscar Arnulfo Romero y Galdámez
  • Ver: Fotos (0)
  • Los usuarios votaron:

Datos sobre Oscar Romero

Nació: 15 Agosto 1917 | El Salvador
Falleció: 24 Marzo 1980
Signo del zodiaco: Leo

Biografía de Oscar Romero

Oscar Arnulfo Romero y Galdámez nació en Ciudad Barrios, El Salvador, el 15 de agosto de 1917. Su padre, era un operador jefe de correos y telégrafos de la ciudad, lo puso de aprendiz con un carpintero cuando tenía 13 años, pero el joven Romero sintió la vocación por el sacerdocio católico y se fue de la casa el año siguiente para entrar en el seminario. Estudió en El Salvador y en Roma y fue ordenado en 1942.

Romero pasó los primeros 25 años de su carrera sacerdotal como párroco y secretario diocesano en San Miguel. En 1970 fue nombrado obispo auxiliar de San Salvador y ocupó esa posición hasta 1974, cuando el Vaticano lo nombró en la sede de Santiago de María, una diócesis pobre y rural, que incluía a su ciudad natal. En 1977 regresó a la capital para suceder al arzobispo metropolitano de San Salvador, Luis Chávez y González, que se retiró después de casi 40 años en el cargo.

El ascenso de Romero a la jerarquía católica coincidió con un período de cambio dramático en la Iglesia en América Latina. Los obispos de la región, reunidos en Medellín, Colombia, en 1967 para discutir la implementación local de las recomendaciones del Concilio Vaticano II (1962-1965), resolvió abandonar el papel tradicional de la jerarquía como defensora del status quo y alinerarse, en cambio, con los pobres del continente en su lucha por la justicia social. Este cambio radical divididió tanto a los fieles como al clero. Los conservadores se quejaron de los sacerdotes "comunistas", mientras que muchos clérigos se negaron a aceptar el nuevo papel que la Iglesia estaba creando en la sociedad latinoamericana.

En El Salvador, una sociedad extremadamente conservadora en la que unos pocos privilegiados disfrutaban de una gran riqueza a expensas de la mayoría empobrecida, los sacerdotes más jóvenes, entre ellos muchos extranjeros, tomaron las nuevas ideas con entusiasmo, pero el único prelado que les animó fue el arzobispo Chávez y González. Durante este período la reputación de Oscar Romero era la de un conservador, y en más de una ocasión se mostró escéptico a las reformas del Vaticano II y los pronunciamientos Medellín. Por esta razón su nombramiento como arzobispo en 1977 no fue popular entre los clérigos políticamente activo. Para su sorpresa, Romero surgió casi de inmediato como un opositor abierto a la injusticia y defensor de los pobres.

Su cambio de actitud se produjo debido principalmente a su breve mandato como obispo de Santiago de María, donde había sido testigo del sufrimiento de los pobres sin tierra de El Salvador. El aumento de la violencia del gobierno contra los sacerdotes y laicos políticamente activos, minó su confianza en la buena voluntad de las autoridades y lo llevó a temer que la Iglesia y la religión en sí fueran objeto de ataques. El asesinato, el 12 de marzo de 1977, de su viejo amigo el padre jesuita Rutilio Grande, provocó una punzante denuncia de Romero, que suspendió las misas en las iglesias de la nación, el domingo siguiente y exigió el castigo de los responsables.

A medida que Romero denucniaba más y con mayor frecuencia durante los siguientes meses, logró un gran seguimiento popular que llenaba la catedral para escuchar su predicación y oir sus sermones en YSAX, la estación de radio arquidiocesana. En su juventud Romero había sido un pionero de la evangelización de difusión en El Salvador, y ahora estaba de vuelta en el ruedo con gran efecto, al denunciar tanto la violencia en el desarrollo de la guerra civil de El Salvador como los patrones arraigados de abuso e injusticia, que eran su caldo de cultuvo. En un país cuyos gobernantes consideraban el disenso como subversión, Romero utilizó la autoridad moral de su cargo para hablar en nombre de aquellos que no podían hacerlo por sí mismos. Pronto llegó a ser conocido como la "voz de los sin voz".

Cuando el golpe de estado derrocó al gobierno de El Salvador el 15 de octubre de 1979, Romero expresó un cauto apoyo por la junta reformista que lo sustituyó. Pronto se desencantó, sin embargo, ya que la persecución a los pobres y a la Iglesia no cesaba. En febrero de 1980 dirigió una carta abierta al presidente de EE.UU. Jimmy Carter en la que pedía a los Estados Unidos suspender la ayuda militar al régimen. "Estamos hartos de las armas y las balas", suplicaba.

La campaña de Romero por los derechos humanos en El Salvador le ganó muchos admiradores nacionales e internacionales, así como una nominación al Premio Nobel de la Paz. Sin embargo, también le hizo ganar enemigos. El 24 de marzo de 1980, un grupo de hombres armados no identificados entró en una pequeña capilla en San Salvador, mientras estaba celebrando misa y le dispararon a muerte. El arzobispo había previsto el peligro de ser asesinadas y había hablado de ello con frecuencia, declarando su disposición a aceptar el martirio si su sangre podía contribuir a la solución de los problemas de la nación. "Como cristiano," comentó en una ocasión, "no creo en la muerte sin resurrección. Si me matan, me levantaré en el pueblo salvadoreño".

Vida profesional de Oscar Romero

Comentarios sobre Oscar Romero

No hay comentarios para mostrar.

Dejar un comentario

Nombre:

E-mail:

Titulo del mensaje:

Comentario:

Código de seguridad: *