¡Vaya Vacaciones!

Tras llevarse a su mujer a rastras y meter a sus hijos en la casa rodante pataleando y gritando, el plan de Bob Munro (Robin Williams) de estar todos juntos (que es parte de un plan para evitar perder su trabajo), choca enseguida contra grandes obstáculos.

Todo lo que puede ir mal, va mal.
Los patéticos intentos de Bob de conducir el vehículo, que es muy poco manejable y excesivamente grande, son asumidos en silencio y con desprecio por su resentida familia.

La vida en el remolque no tiene nada que ver con su cómoda vida en Los Ángeles y cualquier intento de Bob por contagiarles el espíritu de las vacaciones amenaza con separarles aún más.

En un camping para casas rodantes, la familia Munro traba amistad con la familia Gornicke: un clan familiar desesperadamente simpático y despreocupado, liderado por Travis (Jeff Daniels), que vive en el camping de forma permanente.

Cuanto más se empeñan en evitar a los Gornicke, más parece que sus destinos están destinados a cruzarse.

Sin embargo, la adversidad logra unir incluso a los miembros de la familia más desmembrada de tal forma que, sin darse cuenta, cada revés que experimentan los Munro, les ayuda a convertirse, de nuevo, en una verdadera familia.