Elena Anaya nació en Palencia,
España el
17 de julio de 1975, y desde que era muy joven se interesó en las actividades deportivas como las artes marciales y el submarinismo.
Pronto se convenció de que quería ser actriz y deja su trabajo de limpiadora en la pensión de estudiantes que regentaba su madre, para llegar hasta
Cádiz y acceder en el RESAD de la capital española.
Cuando sus posibilidades económicas mejoraron se instala en Madrid y estudia interpretación con el actor
Manuel Morón, reconocido por sus actuaciones en
El Bola y en
Los lobos de Washington.
Acudiendo a varios castings, consigue su primer papel en el cine en 1996 para la película
África, un drama donde compartió roles con
Imanol Arias y con
Zoe Berriatúa.
Ese mismo año estuvo en
Familia, producción dirigida por
Fernando León de Aranoa, y un año más tarde aparece en
¿De qué se ríen las mujeres? De
Joaquín Oristrell.
Pero el personaje que la lanzaría a la fama fue el que interpretó en
Lucía y el Sexo en el 2001, un film dirigido por
Julio Medem, y que le dio una nominación al
premio Goya.
Elena ha estado en
Sin noticias de Dios, años más tarde en 2006 actuó en
Alatriste y después estuvo en
Sólo quiero caminar.
Esta actriz ha demostrado que su talento es enorme y pudo llegar hasta Hollywood en 2004 con
Van Helsing, un film que tenía como actores estelares a
Hugh Jackman, y donde ella le dio vida a la novia de Drácula.
Ha sido novia del actor
Gustavo Salmerón y ha trabajado con otros importantes directores como
Pedro Almodóvar en
Hable con ella, y con Jaume Balagueró en Frágiles, film del 2005.
En el 2007 estuvo en Savage Grace al lado de
Julianne Moore, también ha estado en Solo quiero caminar, y en el thriller Hierro del 2009 donde hacía de María, una mujer que sufre la desaparición de su hija en la isla canaria Hierro.
Sus más recientes trabajos han sido en
Habitación en Roma del 2010, un drama donde su personaje era Albam una mujer casada que mantiene una relación sexual con una mujer rusa, que estaba a punto de contraer matrimonio.
Fue dirigida nuevamente por
Pedro Almodóvar en el 2011 en el film La Piel que habito, una producción donde compartió créditos con el actor español
Antonio Banderas, y que la convirtió en ganadora al premio Goya como mejor actriz protagónica.