Eugène Ionesco

De padre rumano y madre francesa, Ionesco fue llevado a vivir a Francia de niño, pero volvió a Rumania en 1925. Después de obtener un título en Francés en la Universidad de Bucarest, estudió para obtener un doctorado en París (1939) donde, después de 1945, estableció su hogar. 

Mientras trabajaba como corrector de libros, decidió aprender inglés; los lugares comunes formales y rebuscados de su libro de texto inspiraron el magistral catálogo de trivialidades sin sentido que constituye La Cantante Calva (The Bald Soprano). En su escena más famosa, dos extraños -que están intercambiando banalidades sobre cómo va el tiempo, dónde viven y cuántos niños tienen- tropiezan con el asombroso descubrimiento de que son efectivamente marido y mujer; es un ejemplo brillante de los recurrentes temas de Ionesco de auto-distanciamiento y la dificultad de la comunicación.

En una rápida sucesión, Ionesco escribió una serie de obras de teatro, en todas las cuales desarrolló las ideas "antilógicas" de The Bald Soprano; estas incluyeron bosquejos breves y violentamente irracionales, y también una serie de actos más elaborados, en los cuales muchos de sus temas posteriores -especialmente el miedo y el horror a la muerte- empiezan a aparecer. Entre ellos, La Leçon (1951, La lección), Les Chaises (1952, Las Sillas) y Le Nouveau Locataire (1955, El Nuevo Inquilino) son notables éxitos. 

En La Lección, un tímido profesor utiliza el significado que asigna a las palabras para establecer una dominación tiránica sobre una alumna impaciente. En Las Sillas, una pareja de ancianos espera la llegada de una audiencia para escuchar el último mensaje del viejo a la posteridad, pero sólo sillas vacías se acumulan en el escenario. Sintiéndose seguro de que su mensaje seria transmitido por un orador que había contratado, el anciano y su esposa cometen un doble suicidio. El orador resulta sufrir de afasia, y sólo puede hablar sandeces.

En contraste con estos trabajos más cortos, sólo con dificultad Ionesco pudo dominar las técnicas de obras de teatro en varios actos: Amadeo o cómo salir del paso (1954), Tueur sans gages (1959) y El Rinoceronte (1959) carecen de la dramática unidad que finalmente alcanzó con El Rey se muere (1962). Este éxito fue seguido por El peatón del aire (1963). Con La sed y el hambre (1966) regresó a un tipo de construcción más fragmentada. 

En la década siguiente escribió Jeux de massacre (El juego de la peste, 1970); Macbett (1972), una adaptación de Macbeth de William Shakespeare; y Ce bordel formidable (1973). Rinoceronte, una obra sobre el totalitarismo, sigue siendo la obra más popular de Ionesco.

El logro de Ionesco radica en haber popularizado una amplia variedad de técnicas no representativas y surrealistas y en hacerlas aceptables para audiencias condicionadas a una convención naturalista del teatro. Sus farsas tragicómicas dramatizan lo absurdo de la vida burguesa, la falta de sentido de las convenciones sociales y la naturaleza fútil y mecánica de la civilización moderna. 

Sus obras se basan en situaciones extrañamente ilógicas o fantásticas usando dispositivos tales como la multiplicación humorística de objetos en escena hasta que abruman a los actores. Los clichés y las tediosas máximas de la conversación educada, aparecen en contextos improbables o inapropiados para exponer la inútil amortiguación de la comunicación humana. 

Las obras posteriores de Ionesco muestran menos preocupación por la ingeniosa paradoja intelectual y más por los sueños, las visiones y la exploración del subconsciente.

Eugène Ionesco falleció en París el 28 de marzo de 1994; está enterrado en el cementerio de Montparnasse de dicha ciudad.