George Peabody

Peabody nació en una familia pobre de South Danvers, Massachusetts, una ciudad que más tarde cambiaría su nombre a Peabody en honor a su hijo más famoso. Su educación formal terminó cuando comenzó a trabajar de aprendiz para el dueño de una tienda de ramos generales, a la edad de 11 años. Allí aprendió hábitos que le servirían en su vida futura: cómo tratar con las personas, llevar cuentas, ser responsable y honorable. El aprendizaje de Peabody terminó cuando tenía 15 años y el ambicioso, inteligente y precoz joven se propuso buscar su fortuna.

Durante el siguiente medio siglo, de hecho, consiguió una fortuna, en la mejor tradición de la pobreza a la riqueza. A la edad de 17 años manejaba una tienda en Georgetown en el Distrito de Columbia, a los 20 años era socio de un negocio mayorista de productos secos, y cuando tenía 22 años sunpatrimonio ascendía a más de 40.000 dólares. Durante 20 años dirigió negocios en Baltimore, convirtiéndose gradualmente en un comerciante y financista internacional. Después de 5 viajes de negocios a Europa, en 1837 decidió establecerse en Londres, donde estableció la casa bancaria George Peabody and Company, especializada en divisas y valores estadounidenses.

Durante los muchos años que Peabody pasó en Londres, acumuló una enorme riqueza que, a medida que se acercaba al retiro, decidió repartir. A través de regalos y legados, distribuyó aproximadamente 9 millones de dólares para dignas causas tanto en su país natal como en su país de adopción. Muchas de sus filantropías se relacionaron con la educación.

Peabody brindó apoyo financiero para la educación de su sobrino, O.C. Marsh, que recibió su título de Bachelor of Arts de Yale en 1860. En 1866, Marsh insistió en que Peabody proporcionara 150.000 dólares para establecer el Museo de Historia Natural Peabody de Yale. En el mismo año, Peabody le dio la misma cantidad a Harvard para fundar el Museo Peabody de Arqueología y Etnología.

George Peabody murió en Londres el 4 de noviembre de 1869. Su cuerpo recibió el raro honor de un entierro temporal en la Abadía de Westminster, y luego, de acuerdo con sus deseos, fue llevado a su casa y sepultado en Peabody, Massachusetts.