Jan van Eyck

Jan van Eyck es el nombre de un famoso pintor que ha dejado su huella como muchos otros en el arte.

Sobre su formación se sabe muy poco, lo primero que ha surgido a la luz ha sido su paso por el servicio del duque Juan de Baviera, el conde de Holanda en el año 1422.

Y en estos mismos tiempos, aproximadamente a los tres años Van Eyck está documentado con el duque de Borgoña, Felipe el Bueno, como pintor y ayudante de cámara.

Este hombre ha intervenido en una serie de embajadas diplomáticas que lo han llevado a Valencia, con en el objetivo de concertar posiblemente el matrimonio del duque con la sobrina del rey Alfonso V de Aragón, Isabel de Urgel.

Al poco tiempo, al llegar el año 1428, con otra misión que cumplir viaja a Portugal, esta vez para concertar el matrimonio del duque con doña Isabel, hija del rey Juan I, esta vez si obteniendo resultados satisfactorios.

Al llegar la década del ’30, Jan documentado en Brujas, contrae matrimonio, compra una casa en 1432, año en el que el artista presenta su primera tabla firmada y conocida, su gran obra maestra, el “Políptico del Cordero místico”.

Este ha sido encargado por Joos Vijd y su esposa, Isabel Borluut, siempre pensando en su inspiración, tal es así que lleva una inscripción del pintor en homenaje a su hermano mayor, Hubert.

Debido a que no han sido muchos los años en los que ha brindado frutos este artista se destacan muchas de sus obras, como por ejemplo “La Virgen de Lucca del Städelsches Kunstinstitut de Francfort”, “La Virgen del canciller Rolin del Musée du Louvre”, o “La Virgen del canónigo Van der Paele del Groeningemuseum de Brujas”.

También ha logrado destacarse en retratos, como lo ha sido el de “El matrimonio Arnolfini”, fechado en 1434, donde el artista despliega lo que se ha llamado el realismo simbólico, o “El hombre del turbante”.

Jan van Eyck ha sido considerado como el fundador del Ars nova, estilo pictórico del gótico tardío en el siglo XV, que anuncia el renacimiento en el norte de Europa.

Se ha caracterizado por el naturalismo de vívidos colores al óleo, la meticulosidad de los detalles, la precisión de las texturas y la búsqueda de nuevos sistemas de representación del espacio tridimensional.

En su impecable trayectoria se destaca su obra más famosa, “El cordero místico”, presentado en 1432, en la iglesia de San Bavón, Gante, un retablo compuesto por varios paneles que se abren para mostrar la pintura.

Finalmente, sus obras se conservan cuidadosamente firmadas y fechadas entre 1432 y 1439, sus nueve obras, cuatro de ellas de tema religioso y las otras cinco son retratos.