Leonid Andréiev

Estudiante de Derecho en Moscú, Andréiev abandonó su práctica con el fin de perseguir otra de sus grandes aficiones: escribir. Comenzó haciéndolo escribiendo en un periódico, del que se encargaba de cubrir las noticias relacionadas con el mundo judicial, algo que en realidad no le dio ninguna notoriedad ya que lo atendía sin excesivo interés.

Empezó a publicar un relato donde contaba la vida de un estudiante que tenía mucho que ver con su propia persona, aunque no fue sino hasta que unos relatos publicados en algunas publicaciones que su carrera no comenzó a establecerse en firme. Desde ese momento comenzó una prometedora carrera llena de todo tipo de obras, como cuentos y obras de teatro entre otras cosas, todas ellas escritas sin descanso ni interrupción.

No tardó en hacerse famoso en su país, vendiendo cientos de miles de ejemplares de sus obras. Empezó a escribir acerca de escenas cotidianas de la historia de Rusia aunque poco a poco comenzó a relatar muchas otras historias que nada tenían que ver con ellas y con las que sorprendía cada vez más a sus lectores.

Abiertamente apoyador de la revolución Bolchevique que logró derrocar al zar e instaurar un nuevo régimen de gobierno, los resultados que se dieron como consecuencia del golpe al lograr éxito le mantuvo preocupado hasta su muerte, razón por la cual algunos analistas aseguran que fue una de las razones de que falleciera a una edad tan temprana como consecuencia de una enfermedad del corazón. Murió alejado de su tierra natal, exiliado en Finlandia y denunciando los excesos que los nuevos gobernantes estaban cometiendo con su ascensión al poder por medio de las armas.

Estuvo casado con una condesa, sobrina del poeta ucraniano Tarás Shevchenko, con quien tuvo un hijo que siguió su legado y también se dedicó al mundo de las letras, especialmente en la escritura de poemas.

Algunas de sus obras trascendieron más allá de las fronteras de Rusia, y llegaron hasta los Estados Unidos, donde se estrenaron como musicales o películas de cine. También se han traducido algunas de estas obras recientemente al castellano, como la más famosa de sus obras, la inmortal Risa Roja, una obra que aboga por el fin de la guerra y que se inspiró en el desastre que tuvo lugar durante la primera oleada de la revolución bolchevique, con todo un elenco de personajes derrotados y que algunos se han atrevido a asegurar que solo han podido salir de la mente de un loco.