Manuel Bandeira

Hijo del ingeniero Manuel Carneiro de Sousa Bandeira y de su esposa Francelina Ribeiro, de pequeño se mudó con su familia de São Paulo a Río de Janeiro, debido al trabajo de su padre, ingeniero civil del Ministerio da Viação, ciudad que al clima tropical de sus playas, favoreció su condición de salud, ya que sufría de tuberculosis. 

En Río de Janeiro estudió en el Colegio Pedro II y en 1902 volvió a San Pablo para comenzar a estudiar arquitectura, sin embargo, dos años más tarde debió interrumpir sus estudios debido a la tuberculosis. 

Para recuperarse, busco reposo en las localidades de Campaña, Teresópolis y Petrópolis. A continuación, y con la con la ayuda de su padre logró viajar para tratarse en un sanatorio de Suiza, donde conocio al poeta Paul Eluard, quien también estaba internado en el lugar. Bandeira permaneció allí desde junio de 1913 hasta octubre de 1914. Ese año, con el inicio de la Primera Guerra Mundial, regresó a Brasil y se inició en el mundo de la literatura con la publicación del libro "A Cinza das Horas" en 1917 en una edición de 200 ejemplares, financiada por él mismo. Dos años más tarde, publicó su segundo libro, "Carnaval”.

En 1922, en el marco de la Semana de Arte Moderno de San Pablo, se leyó su poema "Os Sapos", que tuvo un gran éxito. Durante esa época también contribuyó con poemas de crítica política y social dentro del Movimiento modernista de São Paulo. 

Bandeira comenzó a publicar sus obras más importantes en 1924, convirtiéndose en un autor brasileño respetado y escribiendo artículos en varios periódicos y revistas, así como enseñando literatura hispana en Río de Janeiro. 

Durante las décadas del '30 y '40, ejerció distintos cargos como  inspector federal de la educación, profesor de literatura en la universidad de D. Pedro II, y profesor de literatura hispanoamericana en la Facultad de Filosofía de la Universidad de Brasil, una posición desde la que se retiró en 1956. En 1940 fue elegido miembro de la Academia Brasileña de Letras.

En la década del '50,  comenzó a traducir al portugués obras canónicas de la literatura universal, un trabajo que continuó realizando hasta el final de sus días. Murió en Río de Janeiro el 13 de octubre de 1968, su funeral tuvo lugar en la gran sala de la Academia Brasileña Letras y fue sepultado en el Mausoleo que la institución posee, en el Cementerio São João Batista de la misma ciudad.

Bandeira escribió más de 20 libros de poesía y prosa de una delicadeza y belleza únicas. Son temas recurrentes en sus obras el amor a la mujer, su infancia en la ciudad noreste de Recife, los amigos, o sus problemas de salud, cuya delicada condición se reflejó en gran medida en sus poema, que señalan los límites del cuerpo humano.
Es uno de los poetas más admirados de Brasil, que incluso hoy en día, inspira a escritores y compositores.