Este largometraje es una pura muestra del cine negro que se hacía a mitad del siglo pasado. Con una buena dosis de violencia y ritmo trepidante, el director André De Toth, nos muestra la calidad de este género.
La historia de la cinta comienza cuando una banda de tres presidiarios, Doc Pennyde, Ben Hastings y Gat Morgan, los cuales se han fugado hace poco más de una semana del presidio de San Quintín, atracan una gasolinera y en el asalto matan a un motorista de la policía que se encontraba en el interior del establecimiento.
La banda sale huyendo, con un botín de 130 dólares y con uno de sus componentes herido gravemente a consecuencia del disparo efectuado por el policía muerto.
El teniente Sims es el encargado de llevar el caso y lo primero que hará es interrogar al dependiente de la gasolinera, para averiguar si sería capaz de reconocer a los autoresdel atraco, a lo que el dependiente contesta afirmativamente, acusando a los aurtores del delito a los criminales que se escaparon de San Quintín.
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