Antoni Gaudí nació en Reus el día 25 de junio de 1.852, descendiente de vendedores ambulantes venidos del sur de Francia. Desde pequeño fue un gran amante de la naturaleza y del entorno mediterráneo, lo cual le influyó notablemente en su amor por el arte.
Desde muy joven, Gaudí tuvo un sentido muy acusado de la geometría y el volumen, hecho que, junto a su gran capacidad imaginativa, provocó que pudiera trabajar en cualquier proyecto sin planos, sólo de memoria.
Algunas veces realizaba planos tridimensionales, moldeándolos con toda clase de detalles, los cuales luego plasmaría en sus obras. En ocasiones improvisaba, comunicándolo entonces a sus colaboradores, para que corrigiesen sobre la marcha.
Antoni tuvo una gran capacidad de intuición, tanto creativa como decorativa. Estudiaba hasta el más minimo detalle para que su obra no sólo fuera perfecta, sino tambien funcional.
Otras de las habilidades de Gaudí fueron la vidriería, la forja de hierro, la cerámica y la carpintería, entre otras muchas. Del dominio de todas estas técnicas y de estos materiales creó su famoso
“trencaris”, creado a base de cerámica deshecha.
Inició sus primeras obras en un estilo neogótico, incluso algunas orientales. Gaudí se reafirmó en el arte moderno, aunque desarrollando una técnica ortodoxa y creando un estilo personal, basado en las muchas horas que había empleado de pequeño a observar la naturaleza. Este estilo se basaba en formas geométricas regladas.
Antoni Gaudí tuvo cuatro pasiones en su vida, la arquitectura, la religión, la naturaleza y su amor por Cataluña.
Gaudí ha logrado con el transcurrir del tiempo una gran aceptación internacional de sus obras, difundidas internacionalmente, desde Estados Unidos hasta Japón, pasando por Rusia, India o Sudáfrica. De entre ellas, han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad por parte de la UNESCO un total de siete.
Antoni Gaudí muere en Barcelona, el día 10 de junio de 1926, atropellado por un tranvía.
Entre sus obras más importantes, están,
“La Cruz de los cuatro brazos”,
“El Parque Güell”,
“La Sagrada Familia”,
“Interior de la casa Vicens”,
“Farolas de la Plaza Real de Barcelona”,
“El Capricho, en Comillas”,
“ Colegio de las Teresinas”,
“Palacio Episcopal de Astorga”,
“Casa Batlló” o
“Jardines de Can Artigues”, son algunas de sus obras entre otras muchas.
Una de las frases predilectas de Gaudí, era
”La belleza es el resplandor de la verdad, y como que el arte es belleza, sin verdad no hay arte”.