Artur Rubinstein

Cálido, lírico y aristocrático en sus interpretaciones, Artur Rubinstein nació el 28 de enero de 1887, en Lodz, Polonia; fue el más joven de los siete hijos de Isaak Rubinstein y Felicia Heyman. Su padre era dueño de una pequeña fábrica textil por lo que la familia disfrutaba de un estilo de vida confortable en el centro de la ciudad. 

El pequeño Artur fue un prodigio del teclado casi desde el momento en que pudo subirse a un banco de piano. A los tres años impresionó a Joseph Joachim y ya los siete años tocó piezas de Mozart, Franz Schubert y Felix Mendelssohn en un concierto de caridad, en su ciudad natal.

En Varsovia tomó clases de piano con Alexander Róóycki; luego en 1897 fue enviado a Berlín para estudiar piano con Heinrich Barth y  teoría con Robert Kahn y Max Bruch, todos bajo la supervisión general de Joachim. En 1899 llegó su primer concierto notable en Potsdam. Poco después, apenas apenas adolescente, comenzó a viajar por Alemania y Polonia.

Después de unos breves estudios con Paderewski en Suiza en 1903, Rubinstein se trasladó a París, donde conoció a Maurice Ravel, Dukas y Jacques Thibaud, y tocó el concierto en sol menor de Saint-Saëns con la aprobación del compositor. Ese trabajo seguiría siendo un vistoso acto durante seis décadas, siendo también el concierto que ofreció en su debut en Estados Unidos, con la Orquesta de Filadelfia en el Carnegie Hall de Nueva York, en 1906. Sin embargo, su poco preparada gira estadounidense no fue especialmente bien recibida, así que se retiró a Europa para seguir estudiando. 

Rubinstein se convirtió en un hábil y sensible músico de cámara y acompañante; en su debut en Londres en 1912 acompañó a Pablo Casals, y durante la Primera Guerra Mundial viajó con Eugène Ysaÿe.

Dio varios exitosos recitales en España durante la temporada 1916-1917, y luego recorrió Latinoamérica. En el camino desarrolló un gran talento para la música hispana; Heitor Villa-Lobos llegó a dedicar a Rubinstein su Rudepoêma, una de las obras más duras de su repertorio. Aunque Rubinstein sería considerado una especie de autoridad en Frederic Chopin, sus lecturas de Manuel de Falla, Granados y Albéniz serían siempre igualmente importantes.

Su reputación internacional creció rápidamente, aunque tenía una  técnica descuidada. A mediados de la década de 1930 se retiró de nuevo y se dedicó a pulir su técnica. Hacia 1937 resurgió como un músico de gran disciplina, equilibrado y pulido, cualidades que conservaría hasta su recital de despedida en Londres en 1976, a la edad de 89 años. 

El temperamento de Rubinstein tenía suficiente fuego para Lwiding van Beethoven pero también suficiente poesía para Chopin; sus ritmos y dinámicas eran siempre flexibles, pero nunca distorsionadas. Sus grabaciones de 1960 para el sello RCA de casi todos los solos de piano de Chopin, han sido consideradas desde su estreno, básicas para cualquier colección de discos: y su versión de Noches en los Jardines de España de De Falla, es otro clásico, al igual que sus varias colaboraciones tardías con el Cuarteto Guarneri.

Rubinstein se convirtió en ciudadano estadounidense naturalizado en 1946, pero mantuvo residencias en California, Nueva York, París y Ginebra; dos de sus hijos nacieron en los Estados Unidos, uno en Varsovia y otro en Buenos Aires. Se había casado con Aniela Mlynarska en 1932, pero el ser muy mujeriego, seguía teniendo una reputación como un irrefrenable bon vivant. Él sostenía que el eslogan "vino, mujeres, y canción" aplicado a él significaba 80 por ciento mujeres y solamente 20 por ciento de vino y canción. Y, fiel muestra de este espíritu indomable, Rubenstein dejó a su esposa en 1977 por otra mujer. Tenía 90 años de edad en ese momento.

Sin embargo, había un lado serio en su vida. Después de la Segunda Guerra Mundial, se negó a volver a actuar en Alemania, en respuesta al exterminio por parte de los nazis, de su familia polaca. Rubinstein se convirtió en un fuerte partidario de Israel; en gratitud, se instituyó en 1974 una competencia internacional de piano en su nombre. 

Artur Rubenstein falleció mientras dormía el 20 de diciembre de 1982, en Ginebra, Suiza, a la edad de 95 años. Recibió numerosos honores durante su vida, incluyendo la medalla de oro de la Royal Philharmonic Society de Londres, la Medalla de la Libertad de los EEUU (1976), y la calidad de miembro de la Legión de Honor francesa.