Buddy Holly

Creció siendo el menor de los cuatro hijos de una familia de devotos Bautistas en Lubbock oeste, Texas, y la música gospel estuvo presente en su vida desde muy temprana edad. Gran estudiante y persona, Charles fue declarado "Rey del Sexto Grado" por sus compañeros de clase. Desde los 12 años demostró un serio interés en la música, demostrando tener una facilidad natural.

Fuertemente influenciado por el R&B afroamericano que escuchaba en la radio, se convirtió en un devoto dicho género, y hacia 1955, luego de escuchar a Elvis Presley, se convirtió en rockero a tiempo completo. A finales de ese año se compró una guitarra eléctrica Fender Stratocaster y con ella desarrolló un singular estilo de tocar, con acordes mayores que se convirtieron en su marca registrada.

Al año siguiente firmó contrato con la división de Decca Records en Nashville, Tennessee, pero los discos que realizó junto a esta productora no tuvieron buenas ventas, y adicionalmente su calidad era desigual.

En 1957, Holly junto a su nuevo grupo, "Crickets", con Niki Sullivan en la segunda guitarra y voces de fondo, Joe B. Mauldin en el bajo, y Jerry Allison en la batería, se asociaron con el productor independiente Norman Petty en su estudio en Clovis, Nuevo México, y fue entonces cuando comenzó la verdadera magia.

El grupo creó una serie de grabaciones que demuestra una intimidad emocional y un sentido del detalle que los diferencia notablemente del rock and roll de la década de los 50´s.

Con un gran equipo de grabación, los registros de Crickets incluyeron técnicas inusuales de colocación de micrófonos, efectos de cámara de eco imaginativos y sobregrabación, un proceso que por entonces significaba superponer una grabación a otra, y bajo estos efectos se hicieron temas como "Not Fade Away", "Peggy Sue", "Listen me Me" y "Everyday".

Tras incontables horas en el estudio de grabación, se convirtieron en pioneros de los procesos de grabación del Rock & Roll, creadores de técnicas totalmente novedosas para la época.

En 1957 lanzaron el sencillo "That'll Be the Day", bajo el sello Brunswick, el cual no hizo nada respecto a la promoción del mismo, y aún así, gracias al espíritu irreprimible del trabajo, hacia finales de ese mismo año se convirtió en un éxito internacional.
Poco después, Holly se convertiría en una estrella y un ícono. La asociación de Holly and the Crickets con Petty (quien se desempeñó como gerente, socio de composición y editor y propietario de sus grabaciones) no fue de lo más beneficiosa, pues se sabe que cobró los cheques de regalías de los Crickets y se guardó el dinero.

Hacia 1959, comenzó a disminuir su fama y por entonces Holly vivía en Nueva York con su nueva novia. Ya separado de los Crickets y quebrado, estaba contemplando acciones legales contra Petty. Esta situación lo llevó obligatoriamente a participar en la gira "Winter Dance Party of 1959" a través del congelado Medio Oeste, durante la cual él y sus co-protagonistas Ritchie Valens y Big Bopper (JP Richardson) perecieron en un accidente aéreo.
 
La música de Holly and the Crickets, su innovador uso del estudio de grabación y sus efectos, y el hecho de que ellos mismos fueran los autores de la mayoría de sus canciones, los llevaron a convertirse en la influencia más importante en The Beatles, quienes conocían profundamente cada uno de los trabajos de Holly.

En 1986, Holly fue incluido en el Salón de la Fama del Rock and Roll, y en 1996 fue honrado por la Academia Nacional de Artes y Ciencias de la Grabación con un premio a su trayectoria.