Christian Boehmer Anfinsen

Ganador del Premio Nobel de Química en los años setenta, nació en una familia de origen noruego y estudió química. Tras su graduación hizo un máster en química orgánica por la Universidad de Pensilvania y se doctoró en bioquímica en Harvard, donde se quedó como profesor asistente hasta que entró a trabajar en el Instituto Nacional de la Salud. Su carrera terminó dando clases de biología en la John Hopkins.

Sus estudios acerca de la ribonucleasa demostraron que al exponer a esta proteína a elementos químicos que producen reacciones extremas y desnaturalizarse, era capaz de volver a recuperar su estado natural, con su estructura y hasta su actividad anterior, demostrando de este modo que toda la información que tiene esta proteína se encuentra dentro de su estructura primaria.

El Premio Nobel que le fue concedido lo compartió con otros dos investigadores que presentaron un proyecto acerca de los principios de la actividad y la estructura química de las enzimas.

Sus últimas investigaciones, ya como profesor de biología en la Universidad John Hopkins investigó los principales aspectos de las bacterias que son capaces de desarrollarse a temperaturas de calor extremo. Este fue el último de sus trabajos, ya que durante esas investigaciones sufrió un ataque al corazón que le costó la vida.

Además del Nobel, recibió otros muchos premios y el reconocimiento de la profesión. También quienes lo conocieron lo recuerdan como un profesional preocupado por temas sociales importantes como el problema nuclear, el medio ambiente y su preservación o los continuos problemas a los que se tienen que enfrentar los compañeros del mundo científico en distintos países, algunas veces por la falta de fondos para la investigación y otras por no contar con la libertad suficiente para desarrollar sus trabajos.

Teniendo como referencia siempre el ámbito en el que giró toda su vida, es decir, las relaciones entre la estructura y la función de las proteínas, publicó más de doscientos artículos originales. En los años noventa, y más concretamente en mil novecientos noventa y seis, se fundó el premio Christian B. Anfinsen, que reconoce los logros más sobresalientes de todos los campos relacionados con la ciencia de las proteínas, además de las áreas relacionadas con el liderazgo, los servicios y la educación. Su patrocinador principal es la Sociedad de las Proteínas, y se ha premiado cada año a diferentes profesionales expertos en cada uno de sus campos.