Delmira Agustini

Delmira Agustini fue una de las grandes poetisas que ha dado Uruguay, quien nació en Montevideo un 24 de octubre de 1887. Sus aptitudes hacia la poesía se dieron desde joven, pues su experiencia comenzó cuando empezó a crear poemas para publicarlos en diversos periódicos tanto de Uruguay como del extranjero, además no solamente se dedicó a escribir para periódicos, ya que a lo largo de su vida se dedicó a publicar diferentes libros en los que recopilaba sus creaciones liricas.

Su vocación hacia la poesía fue complementada por sus estudios en música, pintura y del idioma francés, del cual tenía raíces, pues sus orígenes variaban entre nacionalidades porteñas, alemanas y francesas. Debido a que desde joven ya se veían en ella esas aptitudes hacia la poesía, su familia se dedicó a cuidar y fomentar estas aptitudes.

Sus poemas se basaban en temas eróticos y en ocasiones sombríos, además su forma de expresión reflejaba sentimientos que rozaban la tragedia con un amor intenso. En su época, el movimiento que se dio en torno a  la poesía era regido principalmente por hombres, sin embargo muchos de ellos admiraron y se vieron asombrados por la expresión de tal profundidad y manifestación de emociones tan distintas en un solo poema.

Principalmente sus publicaciones se llevaban a cabo en la revista Alborada, muy famosa en la época en que vivió, además también se dio la publicación de sus poemas en periódicos del país, de esta manera se extendió y fue creciendo el mito de Delmira Agustini. Además de estas publicaciones también salieron a la luz sus poemas recopilados mediante los libros del Libro Blanco, Cantos de la mañana y Los cálices Vacíos.

Sin embargo aunque profesionalmente fue creciendo y publicando poemas que eran reconocidos en diversos ámbitos, su vida sentimental contrastaba con esto y se asemejaba más a sus obras literarias, pues aunque se llegó a casar, su matrimonio no duró y buscó rehacer su vida casándose de nuevo, un matrimonio que se vio empañado cuando su ex la asesinó y que después ante tal suceso su segundo esposo se suicidó por no soportar la muerte de ella.

Poco a poco su vida, sus poemas y esta tragedia se han convertido en un mito, del cual sobresalen sus publicaciones y su forma tan peculiar de mezclar tanto el erotismo como el amor que en varios de sus poemas parecía ser tan intenso pero tan trágico.