Gregory Pincus

Estudiante brillante, Pincus se interesó en la genética, pero también tenía intereses literarios. Obtuvo su maestría y títulos de doctorado cuando tenía 24 años, y recibió una beca del National Research Council, lo que le permitió viajar a Cambridge, Inglaterra, alineándose con los pioneros en biología reproductiva y genética.

A pesar de que fue contratado como profesor de la Universidad de Harvard, la investigación pura y el trabajo de laboratorio siempre fue el mayor atractivo para Gregory Pincus. Su enfoque se centró en los rasgos heredados, pero finalmente se dedicó a la reproducción. 

Los primeros experimentos en la transferencia de huevos de un animal a otro prefiguraron el modelo de madre sustituta. Sin embargo, el trabajo en esta área no sólo produjo ideas reproductivas; Pincus también examinó si la diabetes era hereditaria, la conexión entre el estrés y las hormonas, y qué papel desempeñaba el sistema endocrino en los trastornos mentales.

La revolucionaria investigación de Pincus sobre la cría de conejos sin machos a través de la inseminación artificial en 1939 causó gran entusiasmo, incluso fuera de los círculos científicos. Sin embargo, otros investigadores no pudieron reproducir los resultados. También se especula que estos experimentos con conejos tuvieron un efecto negativo sobre lo que Pincus había logrado en su trabajo en Harvard.

Pincus se unió a su amigo de la escuela de postgrado, Hudson Hoagland, en la Universidad Clark en Worcester, Massachusetts, para enseñar zoología experimental. Combinaron fuerzas para investigar las conexiones entre el estrés y las hormonas para las fuerzas armadas de los Estados Unidos. También trabajaron juntos para fundar la Fundación Worcester para Biología Experimental en 1944.

A principios de los años cincuenta, Pincus y el biólogo Dr. Min Chueh Chang estaban trabajando con progesterona para inhibir la ovulación, experimentando con sustancias sintéticas de las compañías farmacéuticas Searle y Syntex. El especialista en fertilidad Dr. John Rock se unió al equipo y comenzaron ensayos con seres humanos a finales de la década de 1950, aunque hubo un retroceso en Massachusetts debido a resistencia de la iglesia católica. Margaret Sanger, que fundó Planned Parenthood, fue una defensora de la obra de Pincus. Finalmente, en 1960, Enovid se convirtió en el primer anticonceptivo oral aprobado por la FDA para la comercialización en los Estados Unidos.

El Dr. Pincus fue ampliamente elogiado por su trabajo, acumulando varios premios y reconocimientos, incluyendo el Premio Albert D. Lasker en Planned Parenthood y el Premio Cameron en Practical Therapeutics de la Universidad de Edimburgo, pero el premio más apreciado fue la elección a la Academia Nacional de Ciencias en 1965.

Dos años más tarde, sin embargo, el Dr. Gregory Pincus fue derribado por un trastorno debilitante de la médula ósea exacerbado por la exposición a químicos de laboratorio. Murió a los 64 años de edad, el 22 de agosto de 1967, en Boston, Massachusetts. Le sobrevivieron su esposa, Elizabeth Notkin, con quien se había casado en 1924, y sus tres hijos.