Immanuel Kant

La educación primaria de Kant fue en la Escuela del Hospital de Sant Jordi y luego en el Colegio Fredericianum, una escuela pietista, donde permaneció desde 1732 hasta 1740. Allí adquirió un profundo aprecio por los clásicos de la literatura latina.

En 1740 Kant entró en la Universidad de Königsberg. Se interesó por la filosofía, las matemáticas y las ciencias naturales. La muerte de su padre en 1746 le dejó sin ingresos. Se convirtió en profesor particular durante siete años con el fin de tener suficiente tiempo y dinero para continuar su educación. Durante este período publicó varios documentos sobre cuestiones científicas. El más importante fue la "Historia General Natural y Teoría de los cielos" en 1755. En el mismo año presentó un tratado en latín, "On Fire", para calificar para el doctorado.

Kant pasó los siguientes quince años (1755-1770) como profesor. Para poder vivir daba una conferencia entre veinte y seis y veinte y ocho horas a la semana. A pesar de esta enorme carga de enseñanza, continuó publicando documentos sobre diversos temas. Finalmente logró una cátedra de profesor en Königsberg en 1770.

A los cincuenta y siete años Kant publicó la primera edición de la "Crítica de la razón pura" (1781; 2ª ed 1787.). Este enorme trabajo es uno de los libros más importantes y difíciles en el pensamiento occidental. El objetivo de la crítica es explicar cómo la experiencia y la razón interactúan en el pensamiento y la comprensión. La crítica de la razón pura es una metodología de como el "entendimiento y la razón pueden saber aparte de la experiencia". Esta propuesta revolucionaria significa que la mente organiza nuestras experiencias en la forma en que aparecen al mundo y la forma en que pensamos sobre el mundo. Toda la experiencia se coloca en una de estas categorías para que se pueda comprender. Kant también escribió que la mente puede tener conocimiento de cosas que no tienen o no han sido experimentados, pero estos son sólo posibilidades. 

Kant sugiere que las teorías sobre Dios, la libertad y la inmoralidad no están probadas o refutadas a través del uso de la razón, tampoco se pueden con métodos científicos, probar o refutar su existencia. La idea de ellas va más allá del ámbito de la experiencia humana. Kant expresa que la fe en Dios, la libertad y la inmoralidad son creencias racionales porque su existencia hace de un mundo ordenado y moral una posibilidad.

En 1783 Kant volvió a recoger las principales líneas de su primera crítica, en una forma breve y analítica en el Prolegómenos a toda metafísica futura. 1785 presentó una vista anticipada de los aspectos prácticos de la razón en "Principios fundamentales de la metafísica de las costumbres". En 1788 publicó la "Crítica de la razón práctica". Allí postulaba que mientras que la razón teórica se ocupaba del conocimiento, la razón práctica tenía que ver con la voluntad, o la autodeterminación. Sólo hay una razón humana, pero después de que decida lo que puede saber, debe determinar cómo se deberá actuar. Así, la libertad de la voluntad determina cómo uno deberá llevar su vida. Y el principio básico, razonable de una moral libre es una ley universal y necesaria que sigue. Este principio es llamado por Kant el "imperativo categórico", que establece que un hombre debe actuar de una manera que sea aceptable y aplicable a todas las personas. Al cuestionar el resultado de la libertad del hombre, Kant insiste en que la razón práctica supone la inmortalidad del alma y la existencia de Dios como las condiciones para la verdadera libertad.

En 1790 Kant completó su tercera crítica, en la que intentó extraer estas ideas en conflicto entre sí. "La Crítica del juicio" intenta conectar los conceptos de la naturaleza con los conceptos de libertad.

Aunque Kant siguió escribiendo hasta poco antes de su muerte, las "obras críticas" fueron la fuente de su influencia. Sólo una vida de extraordinaria autodisciplina le permitió llevar a cabo su tarea. De poca altura y extremadamente delgado, su salud era muy frágil. Hacia el final de su vida se hizo cada vez más antisocial y amargo por la creciente pérdida de su memoria y capacidad de trabajo. Kant quedó totalmente ciego y finalmente murió el 12 de febrero de 1804, en Königsberg.