Miguel Primo de Rivera

Primo de Rivera fue un general y estadista que, como dictador de España desde septiembre de 1923 hasta enero de 1930, fundó un régimen autoritario y nacionalista que intentó unificar a la nación en torno al lema "País, religión, monarquía". Aunque tuvo éxito en ciertas áreas, su gobierno represivo no pudo crear un sistema político aceptable y sucumbió al descontento generalizado que había engendrado.

Nacido en una familia militar, Primo de Rivera se graduó de la Academia Militar General en Toledo en 1888 y se desempeñó como oficial en Marruecos, Cuba y Filipinas. En 1915 fue nombrado gobernador militar de Cádiz y cuatro años después capitán general de Valencia. En el mismo cargo en Barcelona en 1922, actuó firmemente para suprimir el desorden. Veía los disturbios y la agitación, tanto en Barcelona como en la nación en general, como productos de un sistema parlamentario que calificaba de corrupto e ineficiente. Cuando fue llevado al poder por el golpe de estado de septiembre de 1923, disolvió las Cortes (parlamento) y suspendió las garantías constitucionales.

El logro más popular del régimen de Primo de Rivera fue la finalización exitosa de la Guerra de Marruecos (1927). También tuvo cierto éxito al resolver las dificultades laborales y en las empresas de obras públicas. Sin embargo, su gobierno no logró obtener el apoyo de las clases medias, también suprimió las libertades en Cataluña. Además, su dependencia de la clase terrateniente impidió la implementación de reformas agrarias fundamentales. Primo de Rivera intentó crear un partido fuerte, fiel a las tradiciones españolas, pero su Unión Patriótica no logró cumplir esta esperanza.

El régimen sobrevivió a tres intentos de derrocarlo por la fuerza en 1926, pero el descontento con el gobierno, que se estaba volviendo cada vez más intolerante con la oposición, continuó creciendo. Para 1929, las finanzas públicas estaban en un estado problemático, y la insatisfacción se había extendido a muchos segmentos de la sociedad. Cuando su principal fuente de poder, el ejército, se negó a apoyarlo, Primo de Rivera se vio obligado a renunciar y, con problemas de salud, murió poco después.