Oscar Wilde

Oscar Wilde nació en Dublín el 16 de octubre de 1854, en el seno de una familia culta y liberal. Su madre, Jane Elgee, traducía a Dumas y escribía versos; su padre, era un destacado oftalmólogo, aficionado a la literatura y famoso por sus aventuras.

A los 20 años, Oscar gana la Medalla de Oro Berkeley por su trabajo en griego sobre los poetas griegos y recibe una beca por cinco años para estudiar en el Magdalen College de Oxford. Alumno destacado también del Trinty College en su Dublín natal, Wilde acabó sus estudios en Oxford. A los 24 años obtuvo el título de Bachelor of Arts.

Mucho antes de darse a conocer como escritor, Oscar Wilde había alcanzado una gran notoriedad. En su juventud llamaba la atención por su personalidad refinada y su vestimenta rebuscada; por su conversación brillante y agresiva; y por su agilidad intelectual, con la cual desconcertaba, e incluso ridiculizaba, a quienes le rodeaban.

A partir de 1879 decide establecerse en Londres de manera permanente y es allí donde empieza a producir sus primeras obras de éxito, como "El Príncipe Feliz", un volumen de cuentos, y sus dos novelas más conocidas: "El crimen de lord Arturo Saville" y "El retrato de Dorian Gray" obras (especialmente ésta última) que despertaron el interés de la crítica y del público.
También escribió para el teatro, "El abanico de Lady Windermer" (1892), "Salomé" (1894) -que fue censurada por retratar personajes bíblicos-, o "La importancia de llamarse Ernesto" (1895), divertida comedia que ha sido llevada al cine en diversas ocasiones; la última de ella en la película homónima de 2002 (La importancia de llamarse Ernesto), protagonizada por Colin Firth y Reese Witherspoon.

Sus ensayos ("La decadencia de la mentira", "La verdad de las máscaras", "Pluma, lápiz y veneno" y "El crítico artista") y artículos (como  "Impresiones de Yanquilandia", "La invasión americana", "Los modelos en Londres" y "Otras ideas radicales sobre la reforma del traje") se publicaron en revistas de Londres, Dublín, Nueva York y París y las obras teatrales adquirieron tal éxito que se representaron en salas de toda Europa.

En 1882 Wilde se instala en París. En la capital francesa, al igual que en Londres, se convierte en una de las grandes personalidades de los círculos artísticos y literarios. Es aquí  donde termina sus primeros dramas: "Vera o los Nihilistas" (1880) y "La duquesa de Padua" (1883). Otra vez en Inglaterra, se casa en 1884 con Constance Lloyd. La unión sería efímera ya que con el primer embarazo, el poeta se cansa de su mujer. Aún así, la pareja tuvo un segundo hijo.

1895 es un año crucial en la biografía de Wilde, ya que estrena "Un marido ideal" y "La Importancia de llamarse Ernesto". Es también entonces cuando lo retrata Toulouse- Lautrec y cuando escuchará los últimos aplausos.

Hacia fines de ese mismo año, su carrera y su vida tal y como la conocía se derrumba. Acusado de sodomía por el padre de un íntimo amigo suyo, Wilde es condenado a dos años de trabajos forzados. Durante su estancia en prisión escribiría una larga carta titulada "De Profundis", que no sería publicada de manera completa hasta 1909, ya de manera póstuma.

Recobrada la libertad, despreciado por la sociedad inglesa, se instala en Berneval (Francia) hasta la muerte de su esposa en 1898. A partir de entonces y, bajo el nombre de Sebastian Melmoth, viajó por Europa para acabar estableciéndose en París, donde enfermó de meningitis y murió el 30 de noviembre de 1900, acompañado por unos pocos amigos y en la indigencia.
Antes de morir, y en pleno uso de sus facultades mentales, ingresa a la fe católica, recibiendo las aguas bautismales.