Ramón Castilla

Ramón Castilla y Marquesado, caudillo peruano y presidente de su país en cuatro oportunidades, nació el 31 de agosto 1797, en Tarapacá, en esa época, parte del Virreynato del Perú.

Fue el segundo hijo de Pedro Castilla, de origen hispano-argentino y de Juana Marquezado de Romero, en parte descendiente aymará.  A la edad de 10 años, en 1807, viajó a Lima para estudiar con su hermano, y posteriormente continuó su educación en Concepción, Chile, ayudando a su hermano con sus negocios.

En 1817 se enroló en el ejército colonial español, durante la guerra de independencia peruana, luchando contra las fuerzas revolucionarias enviadas por el general argentino José de San Martín.

Castilla fue hecho prisionero pero logró escapar, desertando del ejército español  y regresó a Perú. En 1821 ofrece sus servicios al General San Martín, quien lo enrola en el Ejército Patriótico con el grado de Teniente. Cuando San Martín renuncia al cargo de "Protector de Perú", Castilla se alinea con José de la Riva Agüero, quien se convierte en presidente en 1823.

En 1824, cuando el Congreso Peruano nombra a Simón Bolívar "Dictador o Libertador de Perú", Castilla se une al ejército de Bolívar, luchando en la decisiva Batalla de Ayacucho, por la que finalmente se obtiene la independencia de Perú del reino de España. En 1825 es nombrado gobernador de su estado natal de Tarapacá y en 1833 desposa a Francisca Diez Canseco.

En 1839, bajo la presidencia de Agustín Gamarra, Castilla es nombrado Ministro de Guerra y Finanzas, bajo este último cargo, lleva a cabo la primera exportación lucrativa de guano.

Mientras tanto, el presidente Gamarra inicia una invasión a Bolivia con intenciones de anexarla, sólo para ser vencido y muerto en combate. El vice presidente Manuel Menéndez, asume la presidencia pero es derrocado por Juan Crisóstomo Torrico en 1842.

Durante ese año se dieron varias luchas civiles entre caudillos, los que se autoproclamaban gobernantes. Luego, Castilla, junto con Domingo Nieto, derroca a Manuel Ignacio de Vivanco en la Batalla de Carmen Alto. Nieto asume la presidencia pero fallece a los pocos meses.

Castilla asume provisoriamente la Jefatura del Estado el 17 de febrero de 1844 hasta el 11 de diciembre de ese año. Luego de derrotar a varios caudillos en todo el país, Castilla reinstala a Menendez como presidente, a fin de conseguir una transición ordenada hacia la democracia.

En 1845 gana las elecciones presidenciales, asumiendo en abril de ese año. En ese tiempo las exportaciones de guano se expandieron rapidamente debido a acuerdos comerciales con la compañia británica Anthony Gibbs.

Importante proyectos urbanos se llevaron a cabo, entre ellos una línea ferroviaria que unía Lima con Callao, para facilitar el transporte de guano hacia los centros de embarque.

Luego de 6 años de presidencia, Castilla es sucedido por José Rufino Echenique. En 1854 Castilla conduce una revuelta en Arequipa, instado por grupos liberales decididos a acabar con la esclavitud. El 3 de diciembre de 1854 en la ciudad de Huancayo, se promulga la ley de abolición de la esclavitud. La ley se aplica en cuanto Castilla derrota a Echenique en la Batalla de La Palma el 5 de enero de 1855.

Inmediatamente Castilla es elegido Presidente Provisorio. El 19 de octubre de 1856 proclama una nueva Constitución, que ocasiona una Guerra Civil que dura hasta 1858. Al finalizar la guerra, Castilla convoca a un Congreso el 24 de octubre de 1858, que lo ratifica como Presidente Constitucional hasta 1862. Este congreso será relevado de sus funciones instalándose uno nuevo en 1860.

El 13 de noviembre de 1860 se promulgó una nueva Constitución, que vendría a ser la Carta Política de mayor vigencia en la historia del Perú ya que rigió hasta 1920.

Al finalizar su mandato, es sucedido por Miguel de San Román, quien murió menos de un año más tarde. Castilla se rehusó a reconocer a Pedro Diez Canseco, el segundo Vice Presidente de la República, y reclamó la presidencia para él. Pero Diez Canseco fue elegido como presidente interino hasta agosto de 1863, y sucedido por Juan Antonio Pezet.

En 1864 Castilla condena la políticas internacionales e Pezet, sólo para ser encarcelado y exiliado en Gibraltar. Durante su exilio se produce la histórica Batalla de Callao, en la que el Reino de España fue vencido, abandonando toda esperanza de reconquistar Perú.

A su regreso al Perú, es deportado a Chile por orden del Presidente Mariano Ignacio Prado y desde allí, ya septuagenario, se rebela contra el derroche de la Hacienda Pública y desembarca en territorio peruano en Pisagua (Puerto de Tarapacá) con una pequeña escolta, regresando de este modo al país con el propósito de tomar por quinta vez las riendas del gobierno. Muere durante el viaje hacia la ciudad de Arica, en el desierto de Tivilichi el 30 de mayo de 1867.