Según lo publicado ayer por los medios españoles, una empresa vinculada a
Sean Connery habría evadido al fisco unos 1,6 millones de euros tras la venta de unos terrenos en Málaga, al sur de España, en una causa que ya tiene 21 imputados.
Cabe destacar que a este procedimiento se le puso el nombre de "
caso Goldfinger", en alusión a la cinta de 1964 en la que
Connery encarnó al famoso agente 007.
El actor, de 74 años, y su esposa habían sido investigados anteriormente por un juzgado de Marbella en una causa por blanqueo de dinero en el sector inmobiliario, derivada de la llamada "
Operación Malaya", que en marzo de 2006 destapó una multimillonaria trama de corrupción urbanística en Marbella.
Este problema surgió por una casa que
Connery compró en Marbella en la década del 70, que casi 30 años después vendió a través de una inmobiliaria británica por 9 millones de dólares.
Posteriormente, en ese lugar, se levantó un complejo de viviendas de lujo tildado de "
ilegal", ya que la construcción ocupó más de lo permitido.