Debido a la discreción y el hermetismo con que
Carla Bruni y su esposo, el presidente de Francia
Nicolas Sarkozy, llevaron a cabo este embarazo desde el primer momento, han despertado la curiosidad de la prensa internacional, causa por la que decenas de medios se han instalado para hacer guardia desde hace días a las puertas de la Muette, la clínica donde se prevee que la actriz dará a luz a su bebé.
Es por eso que, con el fin de proteger la privacidad de la famosa pareja, las autoridades del centro médico han establecido un perímetro de seguridad alrededor de su entrada para evitar que las cámaras se acerquen demasiado.
Sin embargo, el pasado jueves se han publicado unas imágenes que podrían ser las últimas de la pareja antes de la llegada del bebé, en las que puede verse a
Bruni luciendo su avanzadísimo estado bajo una camisa blanca, hablando por teléfono en los alrededores de su casa, y otras en las que se puede ver a la pareja cenando en el restaurante Honore, cercano a su domicilio, junto a un grupo de amigos, y a la salida del restaurante, se los captó tomados por la cintura en un gesto cariñoso, demostrando el buen momento que atraviesa el matrimonio.