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Mis médicos me dijeron que otros 10 minutos y estaría muerta", así
Demi Lovato relata uno de los períodos más oscuros de su vida: "
Después de una sobredosis, en 2018, tuve tres derrames cerebrales y un infarto y ahora tengo daño cerebral, no conduzco y tengo dificultad para leer...”, revela la cantante estadounidense, de 28 años, en el tráiler, compartido en redes sociales, del documental “
Dancing with the Devil”, que llegará a YouTube en marzo y que habla de salud mental y adicciones.
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Mi vista todavía tiene puntos ciegos" dice Lovato hablando de los efectos de la sobredosis: "
Durante mucho tiempo me costó mucho leer y todavía me cuesta trabajo hoy: mi visión está borrosa y no puedo conducir".
La cantante recuerda con emoción los dramáticos momentos de aquel julio de 2018, cuando la encontraron en su casa de Hollywood casi muerta por una sobredosis de heroína y los meses anteriores que la llevaron hasta allí.
En el tráiler, Demi también muestra una impactante imagen de su mano tatuada conectada a una vía intravenosa y cubierta con cinta médica, con una banda de hospital atada alrededor de su muñeca donde se lee la fecha de nacimiento de Lovato, 20 de agosto de 1992, así como la fecha en donde ingresó en el hospital: 24 de julio de 2018.
Luego de ese incidente, que cambió su vida para siempre, pero también la de sus seres queridos, la cantante inició un camino de rehabilitación: "
He tenido muchas vidas, como mi gato. Ahora estoy en mi novena vida", enfatizó, pero estoy lista para volver a hacer lo que amo, que es la música".
En el tráiler, Demi cuenta los diversos pasos de su carrera, desde sus comienzos en Disney hasta convertirse en estrella del pop, pero especialmente los meses tumultuosos que la llevaron a una sobredosis, que casi le cuesta la vida. La madre de Demi, Dianna De La Garza, el padrastro Eddie, la hermana mayor Dallas, de 33 años, y la media hermana menor Madison, quienes siempre han estado cerca de ella, también aparecen en el video.
En el documental, sin embargo, no solo se habla de su adicción, sino también de sus trastornos alimentarios y el diagnóstico de bipolarismo, todos desafíos, en definitiva, relacionados con su salud mental.