El fantasma de la opera, de Andrew Lloyd Webber

La trama está ubicada a finales del siglo XIX en París, en el lugar donde se encuentra la famosa e infatuada Casa de la Opera, que tiene como máxima diva a Carlotta (Minnie Driver). Cuando la temperamental diva abandona en mitad de una prueba de vestuario la última producción de la Ópera, una de las suplentes del elenco, Christine (Emmy Rossum), quien fue prácticamente adoptada desde pequeña por Madame Giry (Miranda Richardson), se convierte en la nueva protagonista de la obra.

Pero Christine es también la obsesión de un extraño y desfigurado ser conocido como El Fantasma (Gerard Butler), quien ha amenazado a propios y extraños desde hace años con algunas exigencias que, de no ser cumplidas, traerían graves consecuencias sobre el teatro y los que moran en él.

Dispuesto a convertir a Christine en la máxima estrella del lugar, el Fantasma comienza un viaje a la demencia, en el que tendrá que enfrentarse no solo a sus propios miedos, sino a la oposición que representa Raoul (Patrick Wilson), el nuevo patrocinador del teatro y quien ha representado desde la niñez el amor puro y noble para Christine.