El piano

Ada McGrath (Holly Hunter), una joven escocesa, es vendida en matrimonio por su padre a Alistair Stewart (Sam Neill), y enviada junto con su joven hija Flora (Anna Paquin) y su piano a vivir con él a Nueva Zelanda.
Ada no ha dicho una palabra desde los seis años, sustituyendo su voz por la música del piano, mientras que su hija le sirve de traductora en su comunicación a través del lenguaje de signos.

Su nuevo marido, por no poder transportarlo, deja el piano en la playa, donde ella, su hija y sus pertenencias han sido abandonadas por la tripulación del barco en el que han llegado desde Escocia.

Posteriormente, el piano será vendido a George Baines (Harvey Keitel), vecino de Stewart y entusiasta de la música, quien le pedirá a Ada que le imparta lecciones.
A partir de aquí, empezará una relación entre Ada y George, que marcará el devenir de la historia.