Henry Armstrong

Después de graduarse de la escuela secundaria,  trabajó en la colocación de las vías del ferrocarril. Mientras estaba en el trabajo, un día vio un artículo sobre un boxeador que había ganado $ 75,000 por una pelea. Inspirado por la historia, decidió dedicarse al boxeo.

En 1931, peleó como profesional en Pennsylvania, utilizando el nombre Melody Jackson. Luego se dirigió a Los Angeles, donde se convirtió en Henry Armstrong -eligiendo el apellido de un amigo cercano- compitiendo como amateur. Cuando no consiguió ingresar al equipo olímpico en 1932, volvió a volvió al circuito profesional.

Tras ser testigo de la capacidad de Armstrong para abrumar oponentes con un asalto incesante de golpes, Al Jolson se convirtió en uno de los dueños del contrato del luchador. Con el nuevo entrenador Eddie Mead, se diseñó una nueva estrategia para que Armstrong conquistar el mundo del boxeo.

En 1937, se convirtió en el campeón de peso pluma después de noquear a Petey Sarron. Al año siguiente, avanzó dos divisiones y, en mayo, conquistó el título de peso welter, venciendo a Barney Ross. Unos meses más tarde, se movió a la categoría de peso ligero. Su victoria agosto 1938 contra Lou Ambers le dio la corona de peso ligero, convirtiéndolo en el primer en ostentar tres títulos en diferentes categorías de peso, al mismo tiempo.

A finales de 1938, decidió no defender el título de peso pluma y perdió el título de peso ligero en 1939. Trató de convertirse en campeón de peso mediano en marzo de 1940, pero el encuentro terminó en un empate. 
En varias oportunidades, defendió con éxito su corona de peso welter, pero el 4 de octubre de 1940, una derrota ante Fritzie Zivic lo vio perder también ese título. Aunque tuvo otras victorias en su carrera, incluyendo una contra Zivic en 1942, Armstrong nunca pudo volver a ostentar un título de campeón.

En 1945,  se retiró del boxeo. A pesar de haber ganado al menos medio millón de dólares durante su carrera, tenía muy poco dinero cuando se jubiló. Pronto sus problemas se agravaron por su problema con la bebida.
Armstrong se convirtió en ministro bautista en 1951. Dejó de beber y comenzó a trabajar con jóvenes en riesgo en Los Angeles. Después de regresar a St. Louis, tomó un trabajo en el Herbert Hoover Boys Club.

Con el paso de los años, su salud comenzó a declinar, en parte debido a los brutales golpes que había soportado en el ring. Dependiente de la Seguridad Social para llegar a fin de mes, Armstrong también tuvo que lidiar en sus últimos años con un defecto en la visión y demencia senil. Murió el 22 de octubre de 1988, en Los Ángeles, a la edad de 75 años.

Ingresó al Salón de la Fama del Boxeo Internacional en 1990. Esa organización le adjudicó 151 victorias, 21 derrotas y 9 empates en 181 peleas. Además de esta impresionante récord, Armstrong sigue siendo una leyenda del boxeo por sus títulos mundiales simultáneos en tres divisiones distintas.