Nació: | 09 Junio 0848 | España |
Falleció: | 20 Diciembre 0910 |
Signo del zodiaco: | Geminis |
Alfonso III, rey de Asturias, fue el último de los reyes del reino de Asturias o el primero del reino de León, ya que allí tenía su Tribunal de Justicia y su Consejo de Gobierno, ciudad en la que pasaba largos períodos de tiempo.
Su ascensión a la corona no fue fácil, ya que una serie de problemas internos incluyendo ataques por parte de su propia dinastía, ponían en constante peligro el control del reino. Para repoblar los territorios se hizo con una gran cantidad de habitantes de origen mozárabe y afianzó las fronteras del reino reforzando las plazas de Zamora y Toro y haciendo del río Duero una de sus fronteras naturales. Derrotó a varios ejércitos musulmanes, venció la guerra santa que el rey omeya Ibn al-Qitt, tras hacerse con parte del emirato de Córdoba, lanzó tratando de conquistar Zamora. Alfonso también formó un pacto con el rey aftasí Ibn Marwan, gobernador de Mérida y fundador de la ciudad de Badajoz.
Los primeros años del rey Alfonso III no se conocen, aunque todo parece indicar que tras la muerte de su padre y con el apoyo de Rodrigo de Castilla consiguió hacerse con el control del reino. Con el apoyo del rey rebelde de Córdoba Marwan consiguió que por primera vez en la historia el emirato de Córdoba pidiera la paz y pagara un rescate, aunque solo fue un período de tiempo para rearmarse y lanzar sendos ataques con el propósito de vencer cada uno al rey rival.
La guerra santa por parte de Ibn al-Qitt acabó con la muerte del rebelde omeya al ser abandonado en Zamora por su propio ejército durante el asedio a la ciudad. Todo ello provocó que Córdoba se envolviera en una serie de guerras civiles que dieron una tregua al reino de Asturias.
Sin embargo, Mérida se reveló y atacó el reino, aunque una alianza con el Conde de Pallars aplacó el ataque, pero este último dio un golpe de estado en los territorios de Pamplona.
Al final de la vida de Alfonso, su propio hijo García se rebeló y organizó una conjura que fue sofocada y se saldó con la captura de García y el levantamiento del Conde de Castilla. Para evitar una guerra civil, Alfonso se retiró a Zamora junto con su esposa, donde permaneció hasta su muerte. Para ese tiempo el reino de Asturias ya era muy grande, y se trasladó su capital de Oviedo a León, pasando a denominarse reino de León a todos los territorios que dominaban.