Ángel de Saavedra, duque de Rivas

La epidemia de fiebre amarilla en Andalucía en la década de 1800, obligó a la familia a mudarse a Madrid. Dos años después, el padre de Ángel murió y su hermano heredó el título de Duque de Rivas, mientras que su hermano menor fue aceptado en el Seminario Noble, donde permaneció durante 4 años. En 1806 se convirtió en miembro de la Guardia de Corps, de la que su hermano era el capitán.

En 1808 ambos hermanos se unieron a las fuerzas del general Gregorio de la Cuesta, y lucharon cerca de Salamanca y en otros lugares hasta 1809, cuando Saavedra fue herido en una lucha contra los franceses y se creía que estaba muerto. Se recuperó en un hospital en Baza, donde escribe su famoso romance "Con once heridas mortales". Se mudó a la casa de la familia en Córdoba, pero la invasión francesa lo obligó a mudarse a Málaga y luego a Gibraltar y Cádiz. Allí escribió sus "Poemas" en 1814, y varias otras obras como "Ataulfo" o "Doña Blanca". Su aptitud para la literatura y la pintura y su frágil salud le harían ganar en los siguientes años algunos trabajos y títulos de buena reputación.

Al regreso de Fernando VII, Saavedra fue ascendido a Coronel de Caballería Ligera en la plantilla de la Plaza de Sevilla, y en esta ciudad inició una círculo literario. El pronunciamiento de Riego en 1820 fue el comienzo del gobierno liberal donde Saavedra jugó un gran papel político. En este año, se lanzó la segunda edició de sus Poemas, y también se le concedió un permiso del gobierno para viajar al extranjero, por lo que partió hacuia París en asuntos oficiales. Su estancia allí fue corta. Su íntimo amigo, Antonio Alcalá Galiano, lo alentó a convertirse en miembro del Parlamento por Córdoba. Saavedra fue elegido en diciembre de 1821, y de allí en adelante tuvo una carrera política muy activa que duró hasta que los franceses llegaron a España. También fue durante este tiempo que su obra "La tragedia de Lanuza" fue puesta en escena, y fue muy alabada por los críticos.

El regreso del rey significó que Saavedra y su amigo Galiano tuvieran que irse a Gibraltar en un exilio que duró 11 años. Desde Gibraltar, el escritor se mudó a Londres donde escribió "El Español Constitucional en Londres". Después de pasar un tiempo en la capital británica, regresó a Gibraltar para casarse con María de la Encarnación de Cueto, con quien se fue, en julio de 1825, a los Estados Pontificios, donde no fueron aceptados, por lo que buscaron refugio en Malta. 

Saavedra y su esposa vivieron en Malta durante 5 años y luego se mudaron a Francia, que estaba bajo el reinado de Carlos X, cuyo gobierno obligó a Saavedra y su esposa a vivir en Orleans. Después de la Revolución de julio y el comienzo del gobierno liberal en Francia bajo el reinado de Luis Felipe, el escritor pudo regresar a París, donde vivía junto a su amigo Galiano. Debido a los problemas económicos que ambos tuvieron, decidieron mudarse a Tours con sus familias, donde terminó de escribir "El moro expósito", algunos romances históricos y algunos poemas.

La muerte de Fernando VII significó que Saavedra podía regresar a España, y así lo hizo. Su hermano murió pocos meses después de su llegada, y el título de Duque de Rivas cayó en él. En los siguientes años su vida cambió completamente de la que tenía como escritor exiliado, pero después de la caída del gobierno de Istúriz, en la que Saavedra jugó un papel clave, se vio obligado a irse nuevamente. Permaneció en Gibraltar hasta que se aprobó la Constitución del 37, cuando se mudó a Cádiz y luego a Sevilla. Durante algunos años su vida consistió en cuidar de su familia y escribir.

Tras la caída de Espartero fue nombrado mayor de Madrid. Regresó a la política y, después de visitar Nápoles por negocios, decidió quedarse allí durante 6 años. Este fue uno de sus períodos más prolíficos como escritor. En 1850 regresó a Madrid para dedicar su vida a la escritura. Organizó reuniones literarias en su casa con algunos de los literatos más eminentes de la capital. Saavedra, duque de Rivas, murió en Madrid el 22 de junio de 1865.