Francisco Bayeu y Subías

Poco se sabe de la primera infancia de Francisco Bayeu y Subías, sí se sabe que nació el 9 de marzo de 1734 en Zaragoza y, por lo tanto, es muy probable que haya comenzado su educación allí, ya sea con los jesuitas o con los Escolapios. A los catorce años, comenzó a entrenar con el pintor barroco español José Luzán Martínez hasta el año de 1753.

Cuando el pintor Antonio González Velázquez llegó a Zaragoza, contrató a Francisco como ayudante para una de sus obras. La relación entre ambos debe haber sido muy fuerte ya que durante muchos años, González Velázquez apoyó financieramente al joven con sus estudios en Madrid, en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.

Desde 1753, Bayeu trabajó como artista en Madrid. En 1758 regresó a Zaragoza donde estaba adquiriendo una gran clientela. Aquí se casó con Sebastiana Merclein y Salillas, la hija de otro pintor local que estaba familiarizado con el mercado de arte aragonés, lo que de hecho fue una de las razones de su boda. A partir de este momento, las comisiones de Bayeu aumentaron y sus obras se hicieron populares; la más famosa de este período fue la pieza que pintó para el Monasterio Jerónimo de Santa Engracia de Zaragoza.

En 1763 fue llamado a Madrid por Anton Raphael Mengs para trabajar en colaboración en la decoración del Palacio Real. Con la ayuda de Mengs, Francisco se convirtió en uno de los artistas más populares de Madrid. A partir de entonces, la mayoría de sus pinturas serían para la Corte Real, y con frecuencia eran pinturas de la Familia Real. Fue nombrado pintor oficial de la corte en 1767 por el rey Carlos III de España. Mientras estaba en la corte de Madrid, conoció al joven Francisco Goya a quien protegió y ayudó. Goya incluso se casó con Josefa, la hermana de Bayeu, en 1773.

Bayeu y Subías fue considerado un excelente pintor de frescos y a menudo se le encargó la decoración de edificios. Junto con Anton Raphael Mengs, pintó muchas de las habitaciones de los diversos palacios reales, incluido el Palacio Real de Madrid, el Palacio de Aranjuez y el Palacio de El Pardo. Durante este tiempo también pintó en muchas iglesias, como el Convento de la Encarnación en Madrid, la Basílica del Pilar en Zaragoza y los claustros de la Catedral de Toledo.

Mientras pintaba la Basílica de Pilar en Zaragoza, Bayeu también empleó a Francisco Goya para ayudarlo, así como a algunos de su propia familia. Fue durante este proyecto que ambos artistas se pelearon y se convirtieron en rivales, ya que los dos eran considerados artistas importantes de la Corte Real.

En reconocimiento a su trabajo, Bayeu y Subías recibió muchos títulos y premios. Se convirtió en Director Principal de Pintura en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid en 1765, entre otros altos cargos en otras escuelas de arte españolas. Finalmente se convirtió en director de toda la Academia en 1795. Francisco Bayeu y Subías también recibió muchos aumentos salariales de la Corte Real en recompensa por sus logros.

Continuó trabajando y pintando frescos, contento con su gran salario de la familia real española. Sin embargo, en 1795, cayó enfermo y no se recuperó, muriendo en la madrugada del 5 de agosto del mismo año en Madrid.