Juan Roig Alfonso

El día 8 de octubre del año 1949 nació en Valencia,  España, Juan Roig Alfonso.

Sus padres eran Francisco Roig y Trinidad Alfonso, los cuales tuvieron tres hijos más, Fernando, Amparo y Trinidad.

Juan viene de una familia acomodada y con una gran experiencia en el mundo del comercio. Sus padres metieron poco a poco a Juan en el mundo de la alimentación, en concreto en la empresa Cárnicas Roig.

En la década de los 70, Juan decide estudiar la carrera de Económicas, en la que se licenció unos años más tarde. Seguidamente, Juan se casa con Hortensia. Herrero.

En el año 1977, los padres de Juan deciden cerrar sus carnicerías y convertirlas en una cadena de supermercados, a los que pondrían el nombre de “Mercadona”.

En el año 1981, los Roig deciden hacer donación de la cadena de supermercados a sus hijos, adquiriendo éstos las mismas junto a sus respectivas parejas.

Por aquella época, su hermano, Fernando Roig, emprende una aventura comercial con azulejos Pamesa, conjuntamente a la que tenía con Mercadona.

En el año 1990, Juan y Hortensia se convierten en los accionistas mayoritarios de la cadena.

La filosofía que Juan impregna en la cadena es básicamente la de satisfacer al cliente, intentando satisfacerle tanto en el trato como en la calidad de los productos.

En el año 1999, la cadena contaba con más de 16000 trabajadores.

Juan también ha ocupado otros cargos de presidencia en otras entidades, como es el caso de la Asociación Española de Codificación Comercial (Aecoc), Asociación Española de Autoservicios y Supermercados o Presidente del Instituto de la Empresa Familiar, entre otros.

En el año 2007, Juan fue investido Doctor Honoris Causa por la Universidad Politécnica de Valencia.

En el año 2014 Juan Roig se ha visto salpicado por un grave escándalo, ya que ha sido implicado en el famoso “Caso Bárcenas”, en el cual Juan ha sido acusado de realizar supuestos pagos al Partido Popular mediante dinero negro, también llamado “Caja B”.

En el juicio en el que se le implicaba, Juan rechazó tener nada que ver con este asunto, aunque si admitió haber abonado 100.000 euros a la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES).