Kirkpatrick Macmillan

Kirkpatrick Macmillan nació el 2 de septiembre de 1812 en Keir, Dumfries and Galloway, Reino Unido. Su padre era herrero. Kirkpatrick tuvo distintos trabajos cuando era joven, antes de establecerse en 1824 para trabajar con su padre. Por esa época vio una draisiana siendo impulsada en una carretera cercana, y decidió fabricar una para él. Al finalizar, se dio cuenta de lo radicalmente mejor que sería si pudiera propulsarla sin poner los pies en el suelo. Trabajando en su herrería, completó su nueva máquina alrededor de 1839.

Esta primera bicicleta de pedales era propulsada por un movimiento alternativo horizontal de los pies del conductor en los pedales. Este movimiento se transmitía a las bielas de la rueda trasera mediante varillas de conexión; la máquina era extremadamente pesada y el esfuerzo físico requerido para montarla debe haber sido considerable. Sin embargo, Macmillan dominó rápidamente el arte de andar en las ásperas carreteras rurales, y pronto se acostumbró a hacer el viaje de catorce millas hasta Dumfries en menos de una hora. Su siguiente hazaña fue recorrer 68 millas hasta Glasgow en junio de 1842. El viaje le tomó dos días y le multaron con cinco chelines por causarle una leve lesión a una niña pequeña que se cruzó en su camino.

Nunca pensó en patentar su invento o tratar de ganar dinero con él, pero otros que lo vieron no tardaron en darse cuenta de su potencial, y pronto comenzaron a aparecer copias a la venta. Gavin Dalzell de Lesmahagow copió su máquina en 1846 y transmitió los detalles a tanta gente que durante más de 50 años fue considerado generalmente como el inventor de la bicicleta. Sin embargo, Macmillan no se preocupó por el alboroto que su invento había provocado, prefiriendo disfrutar de la tranquila vida en el campo a la que estaba acostumbrado. Murió el 26 de enero de 1878.