La actriz
María de los Ángeles López Segovia, cuyo nombre artístico es
Lina Morgan, nació en Madrid,
España el
20 de marzo de 1937.
De niña estudió baile siendo su maestra
Luisa López, posteriormente fue dirigida por Karen Taft, y comenzó a aparecer en el teatro durante su adolescencia, También formó parte de la compañía
Los Chavalillos de España.
Viajó por todo su país como vicetiple en espectáculo de revista y llegó a convertirse en vedette apoyada por el actor
Alfonso del Real, destacándose en el teatro cómico musical. Durante la década de los 50 adoptó su nombre artístico y se convirtió en una
actriz famosa.
Su debut en el cine lo haría con
El pobre Gracia, film que rodó a inicios de los años 60, al lado del actor
Tony Leblanc.
Apareció también en
Vampiresas 1930, en el musical
Una tal Dulcinea de 1963, comedia donde compartió créditos con Susana Campos y Juanjo Menéndez. En 1967 estuvo en la comedia
Las que tienen que servir con Concha Velasco, Amparo Soler Leal y Alfredo Landa.
¿Qué hacemos con los hijos? Es una película de 1967 donde tuvo como compañero a
Paco Martínez Soria. Los Subdesarrollados, también destaca al ser una producción de detectives donde nuevamente estuvo con
Tony Leblanc y
Alfredo Landa.
Soltera y madre en la vida, es otro título que compartió la actriz del director
Javier Aguirre. En el rodaje de esta producción, Lina queda embarazada de su compañero, el actor
Alfredo Landa.
En la década de los setentas pudo hacer algunas de sus películas más célebres destacando
La tonta del bote con
Arturo Fernández, estuvo también en
La Graduada, una comedia con
José Luis López Vázquez, y Dos chicas de revista.
En 1973 participa en el film
Le llamaban la Madrina, y de ese mismo año destaca Una monja y un
Don Juan con el protagonismo de Saza. También cabe mencionar
La Descarriada, donde da vida a una prostituta con
López Vázquez como chulo.
Señora Doctor,
Fin de semana al desnudo,
Los pecados de una chica casi decente y
Un día con Sergio, son otros de los títulos de Morgan que ganaron reconocimiento en aquellos años.
Lina decide dejar definitivamente el cine casi a fines de los años 70, decidiendo concentrarse en sus actividades en la televisión y el teatro, sobre todo representado comedias musicales en el
Teatro La Latina.
Llevó a la pantalla chica algunos de sus éxitos del teatro como
Vaya par de gemelas y
Celeste no es un color. La talentosa actriz participó en algunas teleseries como
Compuesta y
sin novio,
Hostal Royal Manzanares, Una de dos, Academia de Baile Gloria, Escenas de Matrimonio, y muchas otras.