Lope de Aguirre

Lope de Aguirre (Guipúzcoa 1510 - 27 de octubre 1561) fue un conquistador español-euskera. Enviado junto con otros colonos en busca del mítico El Dorado del río Amazonas, se convirtió en líder en la rebelión contra Felipe II, antes de ser derrotado y asesinado.

Aguirre nació en 1510 en el valle de Araotz, en la provincia vasca de Guipúzcoa, en el Reino de Castilla. Era hijo de un noble, probablemente perteneciente a una familia de empleados de la corte. Aguirre rondaba los veinte años, cuando Hernando Pizarro volvió de Perú con los tesoros de los Incas, y el joven se inspiró en su empresa y decidió seguir los pasos convirtiéndose el también un conquistador.

Aguirre se ofreció como voluntario en una expedición compuesta por 250 hombres bajo el mando de Rodrigo Buran. Llegó al Perú en 1536 o en 1537. En Cuzco, Aguirre se hizo cargo del adiestramiento de los sementales. Cómo conquistador llegó a ser conocido por su violencia, crueldad y sedición.

En 1544, Aguirre se encontraba del lado del primer virrey de Perú, Blasco Núñez Vela, que había llegado de España con instrucciones de aplicar las Leyes Nuevas, suprimiendo las "Encomiendas", y liberando a los nativos del lugar. Muchos de los conquistadores se negaron a llevar a cabo estas órdenes, que les  prohibían explotar a los indios. Lope de Aguirre participó en el complot con Melchor Verdugo para liberar al virrey, y luego luchó contra Gonzalo Pizarro. Después del intento fallido, escaparon de Lima y llegaron a la ciudad de Cajamarca, donde comenzaron a reunir hombres para ayudar al virrey. Al mismo tiempo, el virrey había logrado escapar gracias a un oidor, Álvarez. La resistencia del virrey contra Gonzalo Pizarro y su segundo al mando Francisco de Carvajal, el Demonio de los Andes, duró dos años, hasta su derrota en Añaquito, ocurrida el 18 de enero 1546.

Melchor Verdugo y Lope de Aguirre habían partido en Nicaragua desde la ciudad de Trujillo con 33 hombres. Verdugo había nombrado capitanes a Rodrigo de Esquivel y Nuño de Guzmán; Sargento Mayor a Aguirre, dando estado de contador de P. Henao.

En 1551, Lope de Aguirre regresó a Potosí (entonces parte de Perú). El juez Francisco de Esquivel lo arrestó por violar la ley sobre la protección de los indios, y lo condenó a ser azotado frente al público. Con su honor herido Aguirre esperó a que terminara el mandato del juez; éste, temiendo la venganza Aguirre huyó de la corte, cambiando constantemente de residencia para evitar ser descubierto.

Aguirre siguió los movimientos Esquivel por Lima, Quito y Cuzco. En tres años viajó 6.000 kilómetros a pie, en busca del juez. Los soldados siguieron esta búsqueda obstinada con interés. Aguirre encontró a Esquivel en Cuzco, en la casa del magistrado; mientras el juez estaba durmiendo en la biblioteca Aguirre le cortó las sienes. Protegido por amigos que habían huido en secreto desde Cuzco, Lope se refugió en la casa de un familiar en Huamanga.

En 1554, debiendo poner fin a la rebelión de Hernández Girón, Alonso de Alvarado decidió exculpar a cualquiera que hubiera estado asociado a Lope de Aguirre. Aguirre fue herido durante la batalla de Chuquinga contra Girón.

En busca de El Dorado

Aguirre se unió a la expedición de Pedro de Ursúa en 1560 en el río Marañón y el Amazonas con otros 300 hombres y cientos de indios. Un año más tarde, colaboró con otros hombres para derrocar y matar a Ursúa y su sucesor, Fernando de Guzmán. Aguirre y sus hombres llegaron al Océano Atlántico (probablemente a través del río Orinoco) destruyendo varias aldeas habitadas por los indios a su paso. El 23 de marzo de 1561 Aguirre convenció a 186 capitanes y soldados a firmar un tratado en el que se determinó que Aguirre se convertiría en el Príncipe de Perú, de la Tierra Firme y de Chile

En 1561 conquistó la isla Margarita y puso brutalmente fin a todos los opositores a su reinado. Cuando atravesó el territorio para intentar conquistar la zona de Panamá, su rebelión contra la corona española llegó a su fin. Fue rodeado en Barquisimeto, por las tropas españolas bajo el mando del hijo de Diego García de Paredes. En un acto de desesperación mató a su hija Elvira y a algunos de sus seguidores que querían capturarlo. Aguirre fue capturado y fusilado. El cuerpo fue cortado en pedazos y sus piezas desparramadas en varias ciudades de Venezuela.

Aguirre en la cultura popular

La figura de Aguirre fue llevada al cine, siendo su figura maravillosamente interpretada por  Klaus Kinski en "Aguirre, la ira de Dios" (1972) del director Werner Herzog, en la que  el protagonista va al encuentro de una muerte segura en el ilimitado Amazonas, siguiendo la utopía de Eldorado.

En 1988, Carlos Saura lo retrató el "El dorado", con Homero Antonutti en la piel de Aguirre y su figura también fue central en "Lágrimas de Dios", donde los protagonistas son dos soldados bajo su mando.