Mark Alexándrovich Aldanov

Mark Alexándrovich Landau nació en Kiev (Ucrania) en 1889. Hijo de un rico industrial judío se matriculó en la Universidad de Kiev para estudiar Física y Química, Matemáticas y Derecho, y más tarde comenzó su carrera literaria en San Petesburgo, durante la cual escribió un estudio sobre la figura de León Tolstoi y Vladimir Lenin entre otros.

Participó en la Revolución de Octubre para defender sus ideas moderadas, por lo que tuvo que abandonar su país hasta Berlín, y después solicitó el exilio en París. En Francia colaboró en la publicación de algunas revistas de corte socialista en las que se editaron sus novelas por entrega. Cuando empezó la Segunda Guerra Mundial y ante una previsible invasión de los ejércitos de Hitler se fue a vivir a Nueva York hasta que el ejército alemán fue derrotado y regresó a su país de adopción e instaló su residencia en Niza.

Las obras de este autor ruso han sido traducidas a decenas de idiomas, y destacan sobre todo las novelas de corte histórica, como la serie de cuatro volúmenes dedicadas a la Revolución Francesa y la de tres que habla sobre la Revolución Rusa. Sus escritos se muestra influidos de un modo más que evidente por Tolstoi, con un modo de escribir que los colocan a la altura de la crónica periodística. También se dedicó a escribir una obra compuesta por dos tomos que trataba de los últimos años del zar Alejandro II y todo lo que llevó a su asesinato, además de otras obras relacionadas con la vida de personajes históricos como Lord Byron, Lenin o Beethoven, y algunos ensayos y novelas. En total su obra se cuenta en dieciséis obras de envergadura y una gran cantidad de ensayos, artículos y cartas, estas últimas publicadas tras su muerte.

Se le atribuye la fundación de algunos grupos de ideología masónica durante su etapa en Estados Unidos y su posterior regreso a Francia, así como algunos tratados sobre Química, como el libro que habla acerca de la Historia Económica y Social de la Primera Guerra Mundial, que analiza los efectos de la guerra en la industria de la Química de Rusia.

En varias ocasiones fundó distintas revistas de diferentes temáticas, entre ellas las relacionadas con las ideas socialistas soviéticas y el mundo literario. En varias ocasiones las autoridades soviéticas prohibieron sus escritos al considerarlo un desertor y un traidor al estado bolchevique.