San Patricio

Patricio nació en un pueblo que se identifica como Bannavem Taberniæ, probablemente cerca de la costa en el suroeste de Gran Bretaña. La evidencia no permite una fecha más exacta de su nacimiento que en algún momento entre 388 y 408. Su padre, Calpornius, era a la vez un diácono y funcionario público; su abuelo, Poncio, fue un sacerdote. La familia de Patricio parece haber tenido una cierta posición social, pero, a pesar de cntar con varios clérigos dentro de ella, Patricio no creció en un entorno particularmente religioso o intelectual.

A la edad de 16 años, Patricio fue secuestrado por piratas irlandeses y llevado a Irlanda, donde cuidaba ovejas y oró durante 6 años. En sus palabras, "El amor de Dios y su temor vino a mí más y más, y mi fe se fortaleció". En este fervor religioso una voz vino a Patricio, prometiéndole un regreso a su propio país.

Patricio consiguió un pasaje en un barco de algunos marineros. Los detalles de su viaje no están claros; algunos creen que Patricio regresó de Irlanda a Gran Bretaña a través de Galia. Esto parece poco probable. Una vez más, se sabe poco de este período de su vida. Puede ser que reanudara su educación, pero tampoco está claro. 

Elegido obispo, Patricio fue enviado por la Iglesia de Gran Bretaña para evangelizar Irlanda. Sus amigos trataron de disuadirlo de "lanzarse a sí mismo al peligro de los enemigos que no tienen conocimiento de Dios." Pero Patricio creía que tenía un llamado divina. Uno de los propósitos de su obra Confesión era confiar en la vocación y ser testigo de la ayuda divina que permitiera cumplir con ella.

Como obispo misionero en Irlanda, Patricio fue un típico obispo del siglo V. Hay registros de que bautizó a muchos miles de personas. Celebró la Eucaristía y ordenó a monjas, monjes y clérigos. No existen registros que muestren que haya consagrado a otros obispos o, de hecho, que existieran otros obispos en Irlanda.}

La Carta a los soldados de Coroticus, otra de sus obras, da los detalles de un evento en su carrera. En represalia por un ataque irlandés, en la costa suroeste de Gran Bretaña, Coroticus atacó las costas de Irlanda, de matando indiscriminadamente a sus habitantes. La Carta informa que un grupo de soldados de Coroticus mató a un grupo de personas recién bautizadas y tomo a otras como prisioneros. Patricio excomulgó a Coroticus e instó a que se arrepientiera de su crimen y liberara a sus prisioneros.

Desde su ordenación como sacerdote, Patricio jugó un papel muy importante en la conversión del país al cristianismo. En 431 dC, fue designado como sucesor de San Paladio, el primer obispo de Irlanda. Patricio estableció su cuartel general en Armagh. Como misionero viajó extensamente alrededor de la isla. No es seguro, donde murió; y también es imposible fijar con precisión la fecha de su muerte, que tradicionalmente se fijó el 17 de marzo del año 460.  

En  los siglos siguientes, muchas leyendas crecieron alrededor de su figura y Patricio se convirtió en el santo patrono de Irlanda.