Silvio Berlusconi

En 1980 comenzó a dedicarse a la producción de televisión. Tranformó la TV por cable Milano 2 en una televisión nacional: dando origen al Canale 5, la primera alternativa nacional a la cadena de televisión RAI y Publitalia, su agencia de publicidad. Estas actividades se relacionaban con el holding Fininvest, fundado en 1978. El éxito de Canal 5 también lo empujó para comprar las cadenas de televisión Italia Uno (en 1982) y Retequattro (en 1984) que se transformó en una red nacional.

En 1985 se divorció de Carla Dall'Oglio y formalizó la relación con Veronica Lario (conocida como Miriam Bartolini), una actriz, con la que más tarde se casó en 1990 y con quien tuvo tres hijos. Siempre en 1985, un juez ordenó el bloqueo de sus canales de TV: el mecanismo ideado por Berlusconi para tener un programa nacional - la llamada interconexión a cassette es decir, la transmisión de programas por medio de cintas de vídeo transmitidos durante las mismas horas de emisoras locales - se juzgaba ilegal. En su ayuda intervino Bettino Craxi, por entonces primer ministro, que con dos decretos que autorizban de hecho las emisiones de televisión privadas con difusión a nivel nacional; la nueva legislación reforzaba implícitamente el duopolio RAI-Fininvest. En el mismo período, Berlusconi se conviertió en propietario del semanario "Sorrisi e Canzoni".

Desde 1986 fue presidente del equipo de fútbol Associazione Calcio Milan, que bajo su gestión tuvo períodos de oro y prestigio, obteniendo muchos títulos, tanto a nivel nacional como internacional.

En 1990. con la ley Mamm sobre la industria editorial y de TV Berlusconi se vió obligado a ceder Il Giornale (fundado y dirigido durante varios años por Indro Montanelli) y del cual era propietario desde los años70. Lo confió a su hermano Paolo Berlusconi. En el mismo período en el que crecía bajo el perfil editorial, el grupo Fininvest desarrolló una fuerte presencia en el sector de los seguros y la venta de productos financieros con las sociedades  Mediolanum y Programma Italia. Todo esto significó que a principios de los 90 Fininvest se conviertiera en el segundo grupo privado italiano con más de 40.000 empleados.

A principio de los '90 colapsó en ITalia el sistema de partidos tradicionales. En las elecciones para el cargo de alcalde de Roma en noviembre de 1993 Berlusconi declaró - para sorpresa general, - que iba a votar por el partido de Gianfranco Fini. El desdoblamiento de los votos de la derecha fue el primer paso para la construcción del Polo delle Libertá. En enero de 1994, Silvio Berlusconi anunció su entrada en la política: renunció a todos sus cargos en Fininvest y fundó el partido Forza Italia, que salió de la nada y en tan sólo tres meses superó el 20 por ciento de la intención de voto en las elecciones generales, gracias a su alianza con el partido Alianza Nacional de Gianfranco Fini, la Liga Norte de Umberto Bossi y el CCD de Pier Ferdinando Casini y Clemente Mastella. El gobierno nació entre miles de controversias. 

Tampoco en Europa faltaban las críticas. El Polo siguió adelante, pero en julio llegó su primer stop: tratando de hacer aprobar un decreto para salir de Tangentópolis, se topó con el Pool de mani pulite (Antonio Di Pietro es ahora uno de los símbolos nacionales de la renovación política ) y se vió obligado retroceder. Manifestaciones en la calle y la oposición de los sindicatos lo indujeron a no tratar la cuestión en la ley de presupuesto. Pero el golpe final lo sufrió en Nápoles: mientras Berlusconi presidía la Conferencia Mundial contra el crimen organizado, recibió un aviso de investigación por corrupción. Berlusconi fue absuelto de las acusaciones, pero el daño a su imagen fue enorme. Después de ocho meses Berlusconi se vio obligado a renunciar como presidente del Consejo de Ministros.

En las elecciones de 1996 Forza Italia se presentó sin el apoyo de la Liga: el ganador fue Romano Prodi, líder de l'Ulivo. Berlusconi lideró la oposición y participó en los trabajos de la Comisión Bicameral para las Reformas, presidida por Massimo D'Alema, quien intentará - sin lograrlo - llevar a cabo las reformas institucionales y constitucionales tan necesaria para el país.

En las elecciones europeas de 1999, Forza Italia, se acercó a un 30 por ciento de los votos y ganó también las regionales: las consecuencias de este éxito fueron que Massimo D'Alema renuncia al cargo de primer ministro. En el campo de europeo Forza Italia adhierió al PPE: Silvio Berlusconi se conviertió en uno de sus principales exponentes.

En las elecciones de 2001 Berlusconi recuperó la relación con la Liga de Umberto Bossi, se abrió a los republicanos y consolidó la relación con Gianfranco Fini. El resultado fué positivo: la Casa de la Libertad ganó con el 45,4 por ciento en la Cámara y en el Senado, con 42.5.  Berlusconi llegó al cargo de Primer Ministro y Forza Italia se convirtió en el primer partido italiano con un 29,4 por ciento de los votos.

El segundo gobierno de Berlusconi fue el más largo en la historia de la República Italiana en lo que respecta a las elecciones europeas de 2004. En abril de 2005, después de los resultados negativos obtenidos en las elecciones regionales, Berlusconi disolvió el Ejecutivo y presentó de un nuevo equipo de ministros. Las sucesivas elecciones políticas (abril de 2006) dividieron en dos a los votantes italianos que decretaron la la victoria del centro-izquierda. En las elecciones generales de 2008, "il Cavaliere" se presentó como líder de la formación de la PDL (Pueblo de la Libertad), que unía a la Alianza Nacional y Forza Italia, junto con grupos más pequeños de orientación democristiana y liberal. El resultado de las elecciones decretó al PDL como primer partido italiano: en mayo de 2008 arrancó el cuarto gobierno de Berlusconi. 

Varios volúmenes se han publicado con recopilaciones de sus discursos que recogen su pensamiento político, incluyendo "La Italia que tengo en mente" (2000), "Discursos para la Democracia" (2001), "El Poder de un Sueño" (2004).

Las capacidades empresariales de Berlusconi son indudables, así como sus habilidades diplomáticas gracias a las cuales, como llegaron a reconocer sus antagonistas políticos, Italia a menudo ha tomado merecido protagonismo de su imagen a nivel internacional. Para bien o para mal, Berlusconi fue uno de los autores que ha escrito una de las páginas más importantes de Italia.

Después de un gran número de procesos en su contra, fue condenado en 2013 (después de tres juicios). Tiene en sus espaldas 4 cargos públicos: como Presidente del Consejo de Ministros, Ministro de Asuntos Exteriores, Salud y Finanzas. Llevó adelante la transformación de su partido Forza Italia en el de Pueblo de la Libertad, y de nuevo a Forza Italia (2013). El Parlamento, a finales de noviembre del mismo año, se pronunció a favor de su renuncia como senador. Por lo tanto, Berlusconi debió  cumplir la pena, pero su presencia en la escena política, a pesar de que ya no es elegible, continuará siendo importante.