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Una campaña hipócrita, ridícula y sin interés". No se anda por las ramas
Brigitte Bardot para definir el movimiento
#MeToo que en cada rincón del mundo y en cada ámbito profesional está sacando a la luz el mecanismo de sexo-poder, base de los acosos sexuales en el lugar de trabajo.
De acuerdo con el ícono del cine francés, sin embargo, en lo que respecta al mundo del espectáculo, se ha ido ido más allá perdiendo incluso el sentido de la realidad. En
Paris Match, Bardot, de 83 años, explicó los motivos de su desacuerdo con el fenómeno #MeToo. "
Hay muchas actrices que coquetean con los productores para conseguir un papel", resume Bardot, enfatizando cómo la seducción es un cuchillo de doble filo. "Si las colegas explotan su juventud y su encanto para seducir o coquetearle al director o al productor de turno, entonces no deberían sorprenderse si son avanzadas".
BB, sin embargo, quiere aclarar que este es un discurso que concierne a la industria del cine: "
En cuanto a las actrices, y no a las mujeres en general, en la mayoría de los casos es una cosa hipócrita, ridícula y sin interés".
Sin quitarles nada a las víctimas del acoso sexual, según Bardot, toda esta cacería de brujas eventualmente será contraproducente para las mujeres mismas. Las actrices, según la actriz "coquetean", para obtener un rol, "
y luego dicen que fueron hostigadas ... En realidad, en lugar de ayudarlas, todo esto termina por dañarlas".
Bardot recuerda los años en que su doble B era el más alto canon de belleza en el cine. "
Y me parecía fascinante -dice-
que me dijeron que era hermosa o que tenía un buen trasero... Este tipo de cumplidos son agradables". La actriz enfatiza que nunca se ha sentido acosada y que desconfía de aquellos que demonizan al hombre seductor buscando un maníaco escondido detrás de cada hombre.
Un toma de posición que sin dudas se debatirá y que se produce unos días después de la carta abierta firmada por un centenar de mujeres, entre ellas actrices, escritoras e intelectuales, que reivindicaron el derecho a la seducción de los hombres.
Fue un texto controvertido firmado, entre otros, por Catherine Deneuve, quien produjo un gran debate y obligó a la actriz francesa a aclarar sus dichos y pedir disculpas a las mujeres víctimas de acoso sexual