Adrian Messenger vive en la mansión Bruttenholm de Gran Bretaña, donde cada fin de semana se suelen programar cacerías de zorros.
Un día le visita el investigador Anthony Gethryn, que es un gran amigo suyo. Una vez reunidos en la mansión Adrian le entrega a Anthony una lista con los nombres de varias personas, pidiéndole que las investigue. Como explicación, le dice que lo que quiere es estar seguro de que las direcciones son correctas y confirmar si estas personas siguen vivas.
El investigador acepta de buena gana el misterioso encargo, intrigado por lo que considera un asunto algo extraño. Ambos acuerdan verse pasados unos meses, puesto que Messenger tiene que realizar un viaje en avión. Pero en dicho viaje es asesinado por una bomba colocada en el aparato.
De inmediato, Gethryn sospecha que la lista que debe investigar y la muerte de Menssenger están de alguna manera relacionados, aunque las autoridades y policía no dan ningún crédito a su historia.
Sin embargo, al investigar la lista que le dió Messenger, el detective Anthony Gethryn descubre que cada una de estas personas ha muerto en extrañas circunstancias.
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