Akenatón

Hijo de Amenhotep III, los primeros monumentos de Amenhotep IV representan la adoración tradicional a deidades, ejecutadas de acuerdo con el estilo artístico del reinado anterior, con la excepción de un papel prominente otorgado al dios con cabeza de halcón Re-Harakhte, a quien se le da un epíteto inusual que contiene la frase "que se regocija en su horizonte, en su aspecto de la luz que está en el disco del sol".

En los primeros años de su gobierno, Amenhotep IV introdujo cambios radicales en las esferas de la religión, la arquitectura y el arte. Cerca del recinto principal del dios Amon, en Karnak, fundó varios templos nuevos dedicados a Re-Harakhte, quien ahora recibió un extenso epíteto colocado en dos cartuchos reales y fue descrito como "la luz que está en el disco solar (atón)". 

En el quinto año de su reinado, Akenatón rechazó la religión tradicional afavor de adorar a Atón, o disco solar, después de lo cual se renombró a símismo. Cerró todos los templos dedicados a los antiguos dioses y borró sus nombres delos monumentos. Además, el nuevo dios, Aton, ya no se retrataba en forma antropomórfica, sino como el disco del sol mismo, elevado a los cielos y extendiendo sus múltiples rayos sobre la familia real. Cada rayo terminaba en una pequeña mano con la que los Atón podían ofrecer la señal de vida al rey y la reina o incluso abrazar sus miembros y coronas. Akenatón también es conocido por escribir un largo himno de alabanza al dios.

Construyó una nueva capital, Akhetaten (Tel el-Amarna), en un sitio previamente deshabitado en el Medio Egipto, y también introdujo un estilo artístico completamente nuevo. La reina principal de Akenatón fue Nefertiti.

Los artefactos que prueban la existencia de este faraón egipcio fueron descubiertos recientemente, en el siglo XIX. Muchas de las inscripciones que se recuperaron revelaron que Akhenaton era insensible a sus aliados. Hizo poco para ayudar a los vecinos aliados de Egipto a recuperarse de situaciones de agudas crisis políticas. Muchos de los historiadores e investigadores modernos opinan que Akenatón fue una de las pocas personas de "pensamiento científico" de su tiempo.

Akenatón fue sucedido brevemente por Smenkhkare, y luego por Tutankamón, quien restauró la religión tradicional. La ciudad de Akhetaten fue abandonada, después de haber estado ocupada durante solo 20 años.