Anna Frank

El 5 de julio de 1942 su hermana Margot recibió la orden de presentarse para deportación hacia un campo de concentración. Sus padres y amigos del hogar armaron un plan, la familia debería esconderse en cuartos camuflados en las instalaciones de la empresa en Prinsengracht. Huyendo de los nazis Anna y su familia se mudaron de Amsterdam, cuando cumplió 13 años le regalaron un diario y poco tiempo después, volvieron a mudarse, esta vez seria en un escondrijo donde tendrían que mantenerse ocultos.

Este nuevo hogar seria Achterhuis, ubicada en un antiguo edifico en el Prinsengracht, la puerta estaba escondida detrás de una estantería. En este lugar permanecieron desde el 9 de julio de 1942 hasta el 4 de agosto de 1944. En aquel lugar no sólo estaba Anna y su familia, también se encontraban el dentista judío Fritz Pfeffer y la familia Van Pels, conformada por Hermann y Auguste y su hijo.

En aquel cuaderno que Anna usó como un diario, escribiría su miedo a vivir escondida durante tanto tiempo, sus sentimientos por Peter, los conflictos con sus padres y su vocación por ser escritora. Cuando faltaba poco para ser descubiertos, Anna comenzaría a reescribir su Diario con la idea de publicarlo cuando acabe la guerra.

El diario era un cuaderno de autógrafos empastado en tela a cuadros rojo y negro y tenía una cerradura en la parte delantera. En él Anna se describió y también lo hizo con su familia, contaba como era su vida cotidiana tanto en casa como en el colegio. Anna escribía en el diario como si se tratase de su mejor amiga y llamaba a su cuaderno Kitty. A manera de cartas contaba en el diario sobre sus amigos, las clases, los chicos con quien simpatizaba y sus lugares preferidos.

Al principio todo lo escrito muestra las actividades realizadas por una chica común, su vida familiar y escolar pero mientras va avanzando se notan los cambios que se van implantando desde la llegada de los alemanes.

Los únicos que sabían del escondite eran Victor Kugler, Johannes Kleiman, Miep Gies Y Elisabeth "Bep" Voskuijl, ellos ayudaban a los Frank a sobrevivir durante su confinamiento. Sólo ellos eran el único contacto entre el exterior y los ocupantes de la casa, les informaban sobre las noticias de la guerra y los acontecimientos políticos. Les proveían los alimentos y la seguridad necesaria. Con el paso del tiempo, la comida se hacía más escasa y era complicado hacerla llegar. Anna escribió sobre los esfuerzos para levantarles el ánimo en los peores momentos ya que eran conscientes de que quienes daban refugio a los judíos, eran castigados con la pena de muerte.

Luego de más de dos años, un informador holandés llevó hasta el escondite a un miembro de la Gestapo. Fueron arrestados y el 2 de setiembre de 1944 la familia entera fue llevada en tren desde el campo de concentración Westerbork al noreste de Holanda hasta Auschwitz. Miep Gies y Bep Voskujil, encontraron el diario y lo guardaron.

Anna, su hermana Margot y su madre Edith, así como la familia van Pels y Fritz Pfeffer no sobrevivieron a los campos de concentración. Peter van Pels murió en las marchas entre los campos de concentración. Anna y su hermana estuvieron un mes en Auschwitz-Birkenau y luego las enviaron a Bergen-Belsen donde enfermaron de fiebre tifoidea y murieron en marzo de 1945. Margot falleció el 9 y Anna el 12, cuando no faltaba mucho para la liberación.

El padre de Anna, Otto, fue el único sobreviviente y cuando se reencontró con Miep, le entregaron el diario que tiempo más tarde, exactamente dos años después que finalizó la guerra, editaría para publicarlo con el título de “El diario de Anna Frank”. Hasta hoy esta obra ha sido impresa en 67 idiomas y ha sido leída por millones de personas.

Tanto Anna como Margot recibieron un memorial en su honor en la fosa común que corresponde a la barraca donde murieron en el campo de concentración de Bergen-Belsen.