Charles Fourier

Hijo único de un rico comerciante de telas, muy joven se interesó en el estudio de la naturaleza humana. Durante varios años siguió los pasos de su padre, lo que le permitió viajar por Europa (recorrió Francia, Alemania, Bélgica, Holanda, Suiza y Rusia). La Revolución Francesa provocó el colapso del negocio familiar en 1793. Entre 1800 y 1815 vivió en Lyon, donde entró conoció los problemas sociales. Sirvió en el ejército y, después de obtener su licencia en 1826, se instaló definitivamente en París, donde trabajó como empleado y viajante de comercio.

Su propia experiencia como comerciante lo llevó a detestar la especulación y el espíritu mercantil, convirtiéndose en uno de los detractores más ferros del sistema y la sociedad capitalista. Desde 1798, comenzó a reflexionar sobre los abusos y la irracionalidad del capitalismo y luego realizó una crítica total de la organización social y construyó un mundo imaginario donde existían los flagelos sociales. Trabajó solo, aparte de las corrientes filosófico-sociales de la época, y construyó un nuevo sistema social que debía estar en armonía con las leyes fundamentales del universo. Hablaba de la bondad congénita de las pasiones humanas. Para él, la base fundamental del hombre eran sus pasiones naturales, y la atracción era la Ley Básica de la naturaleza. La infelicidad del hombre se debía a los obstáculos para lograr sus deseos e instintos, especialmente en el marco de la familia y el comercio: la familia porque fragmenta la sociedad y alienta la hipocresía, el adulterio y la mezquindad de los sentimientos, al basarse en el egoísmo de la familia, la represión sexual y de pareja, así como aprueba la inferioridad social de la mujer; y el comercio porque es una actividad fraudulenta y porque el fomento de la riqueza, también causa pobreza.

Para Fourier, las reformas y las revoluciones políticas, los sistemas filosóficos y el progreso científico y económico habían agravado los males del sistema; el orden social existente mutila al hombre y crea un desequilibrio entre la pobreza y la riqueza. Propuso fundar un orden social, no basado en el igualitarismo o el comunitarismo, sino en la armonización de la discordia social que llamó Asociación de todos los hombres en una vasta cooperativa de producción y consumo, donde los intereses individuales no se oponían a los del grupo. Defender un sistema en el que todas las capacidades encontraran su aplicación, con un trabajo gratuito, variado y atractivo, era un derecho y se aplicaría al bienestar universal. Se pretendía unir los tres elementos, capital, trabajo y talento, y se asociaba con hombres en grupos, series y falanges. Estas asociaciones recibirían el nombre de "falansterios" y se organizarían en grpos de entre unas 1.600 y 2.000 personas, que habitarían en unidades urbanas, con terreno anexo. Se viviría de la agricultura, la industria y la artesanía que ellos mismos elaborarían, rotando cada actividad a lo largo del día. Disfrutarían de actividades intelectuales y, sobre todo, de diversión. Los viajes serían abundantes; y el amor, libre y múltiple. El matrimonio y la familia desaparecerían, la educación de los niños era colectiva y se produciría la emancipación de las mujeres.

La culminación de este proceso llegó con el establecimiento de un nuevo tipo de sociedad, que Fourier llamó armonía, donde el individualismo desaparecería, aunque no la desaparición de la propiedad privada o la desigualdad que se creía necesaria. Se consideró que un único ejemplo de un falansterio llamaría al resto del mundo a asociarse de la misma manera, sin embargo, nunca obtuvo el apoyo necesario para llevar a cabo su prueba. Los ensayos que se pusieron en práctica tanto en Francia como en Estados Unidos fueron un fracaso.