José Lezama Lima

José María Andrés Fernando Lezama Lima, nació el 19 de diciembre de 1910, cerca de La Habana; su padre, un oficial militar, murió en 1919. Lezama era un muchacho enfermizo, y mientras se recuperaba de varias enfermedades comenzó a leer amplia y ávidamente. Después de estudiar Derecho en La Habana, ayudó en 1937 a fundar tres revistas literarias de corta duración: Verbum (1937), Espuela de plata (1939-41) y Nadie parecía (1942-44). Cuando estas publicaciones cesaron, Lezama se unió al editor y crítico literario cubano José Rodríguez Feo (1920-93) y a otros, para fundar el influyente periódico de arte Orígenes (1944-56). En él se publicaron las obras de varios excelentes jóvenes artistas y músicos, junto con la obra de varios jóvenes poetas cuyas contribuciones revolucionaron las letras cubanas y latinoamericanas.

La vasta lectura de Lezama le había dado una sólida base en los clásicos españoles de la Edad de Oro, así como en la obra de los simbolistas franceses, y ambos influenciaron mucho su temprana escritura. Su estilo de prosa ha sido comparado con el del gran escritor español del siglo XVI Luis de Góngora. Muerte de Narciso (1937), su primer libro de poesía, demuestra su familiaridad con culturas mucho más allá de la isla de Cuba. Enemigo rumor (1941) revela, además de las preocupaciones estéticas sobre la esencia de la poesía, la creencia del poeta de que el acto de creación está cargado de posibilidades religiosas y metafísicas. En Aventuras sigilosas (1945), recrea incidentes de su juventud y trata la poderosa influencia de su madre sobre su crecimiento artístico y cultural después de la muerte de su padre. (El escritor siguió viviendo con su madre -después de que sus hermanas se casaran- hasta su muerte en 1964. Se casó, como le había prometido, poco después). 

Su novela Paradiso (1966), publicada unos años más tarde, es una historia sobre la formación del poeta José Cemí, desde su infancia hasta sus años universitarios, ambientada en Cuba. Es una historia compleja contada en un lenguaje a menudo oscuro, que reafirma la fe del narrador en su arte y en sí mismo. El libro se considera la obra maestra de Lezama; fue una de sus pocas obras traducidas al inglés durante su vida.

Lezama, sin embargo, se consideraba primordialmente un poeta. Los poemas de La fijeza (1949) son un intento de recapturar sus experiencias pasadas. Analecta del reloj (1953), una colección de ensayos, es especialmente notable por "Las imágenes posibles", que presenta su credo poético. El volumen La expresión americana (1957) incluye conferencias en las que Lezama intentó descifrar la esencia de la realidad latinoamericana. Sus Tratados en la Habana fueron publicados en 1958 y, en 1959, Fidel Castro lo nombró director del Departamento de Literatura y Publicaciones del Consejo Nacional de Cultura. 

Los poemas recogidos en Dador (1960) son de naturaleza espiritual, y en el momento de su publicación el papel de Lezama en una Cuba cada vez más marxista se había vuelto incómodo. Sin embargo, mantuvo una serie de posiciones culturales hasta el momento de su muerte. 

La secuela inacabada de Paradiso, Oppiano Licario (el nombre de un personaje principal en el trabajo anterior), fue publicado en 1977, un año después de su muerte, el 9 de agosto de 1976. Otra serie de otros escritos, incluyendo cuentos, ensayos y cartas, también fueron publicados póstumamente.