Luis Nedwiedt, cocido en el mundo de la religión católica como padre
Luis Tezza ha sido un hombre consagrado a la ley de Dios y a servir a sus fieles, conocido y recordado no solo por sus conocimientos de medicina, sino tambien con la fortaleza que dejaba su palabra.
Luis Tezza nació en una provincia de Italia llamada Conegliano, el
1 de noviembre de 1841. Se crió con sus padres, un destacado médico y su madre una, mujer muy devota consagrada a Dios, como ella misma lo decía. Quizás adoptó de su padre ese deseo de ayudar a las personas más necesitadas y de su madre el amor a Dios. Cuando Luis tenía tan sólo ocho años sufrió la muerte de su padre, y es así como junto a su madre deben ir a vivir con sus parientes a su provincia natal.
A la edad de 14 años ya comienza a inclinarse por la
vida religiosa y concluye sus estudios con excelentes calificaciones, así que decide ingresar al noviciado de la
Orden de San Camilo, así inicia sus estudios en 1856 en la comunidad camiliana de Santa María del Paraíso. Ya para el año 1864, Luis ya era ordenado sacerdote y seguidor tanto de la doctrina cristiana como de la ciencia.
Con el fin de unir las comunidades a la Orden de los Camilos
viajó al Perú en 1900 y se dedicó completamente a servir a sus fieles, confesando en conventos, parroquias y recorriendo muchos lugares del Perú como misionero, ayudando y peregrinando.
Su labor social y espiritual se centró en recorrer los hospitales dándole aliento y llevando la paz a los enfermos, también recorrió las cárceles femeninas, las instituciones correccionales, colegios, escuelas normales, etc. También acudía a las llamadas para asistir a los moribundos y enfermos, todo esto lo hacia solo con el apoyo de
11 sacerdotes.
Luego de sufrir de una
penosa enfermedad que lo deterioraría, el padre Luis Tezza muere un
26 de Septiembre de 1923. Sus restos fueron llevados a Buenos Aires, en la Capilla de la Casa Provincial donde también sirvió.
En el año 2001 fue
beatificado en Roma, por el papa
Juan Pablo II.