Manuel Ávila Camacho

Manuel Ávila Camacho nació el 24 de abril de 1897 en Tezuitlán, en el estado de Puebla. Comenzó su carrera militar cuando entró en las fuerzas constitucionalistas como oficial subteniente en 1914. Durante los años '20 sirvió en varias guarniciones militares en Sonora, Michoacán, y Colima, donde dirigió operaciones contra los Cristeros (rebeldes que apoyaban a la Iglesia) como jefe de la zona militar. Fue subsecretario de guerra del presidente Abelardo Rodríguez en 1933-1934 y secretario de Defensa bajo el presidente Lázaro Cárdenas en 1939.

Candidato presidencial por el oficialismo en 1940, Ávila Camacho triunfó sobre el general Juan Andreu Almazán en una elección marcada por violentos enfrentamientos. Con poco entusiasmo popular por el nuevo presidente, poco conocido y considerado denso en aspecto y discurso, su tarea de Ávila Camacho consistió en consolidar las conquistas y sanar las divisiones resultantes de la presidencia de Cárdenas, instando a la unidad, el ajuste y la moderación.

Ávila Camacho desaceleró la reforma agraria enfatizando en el riego y el aumento de la productividad. En términos de presupuesto, hubo un cambio de gasto social a gasto económico. Llegó a un acuerdo equitativo con el gobierno de los Estados Unidos referido a los campos de petróleo expropiados. El liderazgo laboral pasó a manos más conservadoras; se estableció el Instituto de Seguridad Social y se emprendió una fuerte campaña nacional ("Cada Uno Enseña a Uno") contra el analfabetismo. El ejército fue oficialmente erradicado de la política eliminando el sector militar del partido oficial.

Sin embargo, los asuntos exteriores y específicamente la Segunda Guerra Mundial dictaron el curso de México durante este período. En un cambio radical de la postura tradicional del país, Ávila Camacho alineó su nación con Estados Unidos. Para México significaba asistencia militar y técnica y préstamos para renovar su sistema de transporte y comprar maquinaria de uso urgente para la industria y la minería. Después de Pearl Harbor, México cortó las relaciones diplomáticas con las potencias del Eje y en mayo de 1942 declaró la guerra. A pesar de la inflación y la corrupción, la guerra ayudó significativamente al desarrollo de la economía mexicana.

En abril de 1943 el presidente Camacho y el presidente Franklin D. Roosevelt discutieron en Monterrey el esfuerzo conjunto de guerra, comenzando un modelo de intercambios de visitas, entre los ejecutivos de ambas naciones. 

Al final de su mandato, Ávila Camacho transfirió pacíficamente el poder presidencial a su secretario del interior, Miguel Alemán, quien aceleró el desarrollo industrial de México iniciado durante el mandato de su predecesor.

Ávila Camacho abandonó la vida pública después de su presidencia. Pasó gran parte del resto de su vida en su propiedad La Herradura, en el Distrito Federal, donde murió el 13 de octubre de 1955.