Pachacútec

Pachacútec fue el noveno gobernante del estado inca que, de administrar una simple jefatura, llegó a gobernar un gran imperio, el Tahuantinsuyo. Aunque su padre Viracocha Inca no lo había designado como sucesor, lideró una defensa militar contra el ejército bélico de Chanka, mientras su padre y su hermano Urco Inca huían de la residencia real. La victoria sobre los Chankas hizo que Inca Viracocha lo reconociera como su sucesor alrededor de 1438.

Como parte de su visión de jefe estadista y guerrero, conquistó muchos grupos étnicos y estados, destacando su conquista del Collao que aumentó el prestigio del Inca Pachacútec. Debido a la notable expansión de sus dominios, fue considerado un líder excepcional, dando vida a gloriosas y épicas historias e himnos en homenaje a sus logros. Numerosos kurakas no dudan en reconocer sus habilidades e identificarlo como "hijo del Sol".

Pachacútec conquistó las provincias de Colla-Suyu y Chinchay-Suyu. Junto con sus hijos, Tupac Ayar Manco (o Amaru Tupac Inca), y Apu Paucar Usnu, derrotó a los Collas. Además, dejó guarniciones en las tierras conquistadas.

Pachacútec, hijo de Inca Viracocha, fue el cuarto de la dinastía Hanan. El nombre de su esposa era Mama Anahuarqui, o Quya Anawarkhi (Coya Anahurque). Tuvo tres hijos, Tupac Ayar Manco, Apu Paucar y Tupac Inca Yupanqui.

Luego de la campaña militar contra la provincia de Chinchay-Suyu, Pachacútec asesinó a sus dos hermanos, Ccapac Yupanqui y Huayana Yupanqui. También mató a sus hijos Tilca Yupanqui y Auqui Yupanqui.

Amaru, el hijo mayor, fue elegido originalmente para ser corregente y eventual sucesor. Pachacútec más tarde eligió a Tupac Inca porque Amaru no era un guerrero. También fue el primero en retirarse.

El nombre de Pachacútec era Cusi Yupanqui y se suponía que no debía suceder a su padre Inca Viracocha, quien había nombrado a su hermano Urco como príncipe heredero. Sin embargo, en medio de una invasión de Cuzco por los chankas, los archienemigos tribales tradicionales de los incas, Pachacútec tuvo una verdadera oportunidad de demostrar su talento. Mientras su padre y su hermano huían de la escena, Pachacútec reunió al ejército y se preparó para una desesperada defensa de su tierra natal. En la batalla resultante, los chankas fueron derrotados tan severamente que la leyenda dice que incluso las piedras se levantaron para luchar del lado de Pachacútec. Así ganó el apoyo de su gente y el reconocimiento de su padre como príncipe heredero después de la muerte de Urco.

Pachacútec reconstruyó gran parte de Cusco, diseñándola para satisfacer las necesidades de una ciudad imperial y como una representación del imperio. Cada suyu tenía un sector de la ciudad, centrado en el camino que conducía a esa provincia; nobles e inmigrantes vivían en el sector correspondiente a su origen. Cada sector se dividió en áreas por mitades de Hanan (superior) y hurín (inferior). Muchos de los monumentos más famosos de Cuzco, como el gran templo del sol Qurikancha, fueron reconstruidos durante su reinado.

A pesar de su talento político y militar, Pachacútec no mejoró el sistema de sucesión. Su hijo se convirtió en el próximo inca sin ninguna disputa conocida después de que Pachacútec muriera en 1471 debido a una enfermedad terminal, pero en las generaciones futuras, el próximo inca debía ganar el control del imperio al ganar suficiente apoyo de los apos, el sacerdocio y el ejército para ganar una guerra civil o intimidar a alguien y tratar de arrebatar el control del imperio.

A Pachacútec también se le atribuye el hecho de haber desplazado a cientos de miles de personas en programas masivos de reubicación y de reasentarlos para colonizar los límites más remotos de su imperio. Estos colonos forzados se llamaban mitimaes y representaban el lugar más bajo en la jerarquía social inca. El gobierno imperial inca era altamente autoritario y represivo. Envió a su hijo Tupac Inca Yupanqui un ejército para repetir sus conquistas y tiranía, y extender su reino a Quito. Pachacútec construyó entonces canales de irrigación, terrazas cultivadas, caminos y hospicios. El Camino del Inca se extendía desde Quito hasta Chile.
Pachacútec fue también poeta y autor de la ceremonia de purificación de los Himnos Sagrados de la ciudad de Situa. Pedro Sarmiento de Gamboa atribuyó una canción a Pachacútec en su lecho de muerte: "Nací como un lirio en el jardín, y al igual que el lirio crecí, a medida que mi edad avanzó / envejecí y tuve que morir, así que me marchité y morí."